Poder Judicial: una moneda en el aire
- Óscar González Ortiz
- 17 jun 2024
- 5 Min. de lectura

(COLUMNA EN NOVEDADES). De la veintena de reformas constitucionales planteadas en el 107 aniversario de la Carta Magna por el presidente Andrés Manuel López obrador, la más cuestionada —que no la única, pues casi todas son polémicas y caracterizadas por sus adversarios, domésticos e internacionales, como demoledoras del régimen de república federal— ha sido la que se refiere al Poder Judicial, declarada némesis del mandatario y su llamada Cuarta Transformación, pues, salvo sus incondicionales, incluyendo la presidenta electa Claudia Sheinbaum Pardo, la perciben como lesiva para el equilibrio entre los poderes —Ejecutivo, Legislativo y Judicial— que ha caracterizado a nuestro país, al menos foramalmente, desde el 4 de octubre de 1824, tras el imperio de Agustín de Iturbide, interrumpiéndose en los hechos estos rasgos con la instauración del Segundo Imperio —Maximiliano de Habsburgo— y restaurándose con la emanada de la Guerra de Reforma de 1857 con la presidencia de Ignacio Comonfort, y vueltos a poner en vigor con la de 1917, de Venustiano Carranza.
En un artículo del volumen del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM Análisis técnico de las 20 iniciativas de reformas constitucionales y legales presentadas por el presidente de la República (febrero 5, 2024), “La reforma al Poder Judicial. Efectos en el estatus y la mecánica de elección —por voto popular— de sus integrantes”, escrito por César Astudillo, investigador del mismo, se afirma que la iniciativa supone para el estatus constitucional que hoy tienen reconocido las y los ministros de la SCJN, las y los magistrados de la Sala Superior del Tribunal Electoral del PJF, y las y los magistrados del Tribunal de Disciplina Judicial (…) las y los jueces de distrito (…), así como el desplazamiento de la designación colaborativa entre órganos del Estado por una mecánica electiva que en las contadas experiencias constitucionales en donde se ha probado ha dejado más dudas que certezas. El punto más repudiado —aquí tampoco es el único, pues la mayoría implican el rechazo de juristas, politólogos, anlistas, políticos y actores de la vida nacional—, probablemente, sea la elección de ministros de la Corte por voto popular.
El autor también señala que
La crítica a la actuación del Poder Judicial de la Federación —PJF— se hizo constante con la llegada de la ministra Norma Lucía Piña Hernández a la presidencia de la SCJN, “luego de que se sometieran a deliberación y votación asuntos relevantes para el gobierno, que estuvieron prolongadamente detenidos durante la presidencia del ministro Zaldívar, y que resultaron en reveses apoyados por una mayoría calificada de ministros. El haber declarado la irregularidad constitucional de decisiones y políticas relevantes para el gobierno se concibió como una deliberada conducta obstruccionista que choca frontalmente con el sentir de la mayoría electoral que llevó al poder al presidente en las elecciones de 2018. De ahí que de lo que se trata la iniciativa de reforma constitucional en materia judicial (…) es que exista una inescindible identidad entre la voluntad política emanada de las elecciones y la voluntad jurisdiccional declarada en las sentencias de los integrantes del PJF.
“En particular, la iniciativa propone cambios que alcanzan a estos componentes del estatuto (289 jurídico): a) el número de integrantes del Pleno de la SCJN; b) los requisitos de elegibilidad; c) las incompatibilidades; d) la duración del encargo; e) la renovación del mandato; f) el régimen de ausencias; g) la garantía de inamovilidad; h) la retribución económica; i) el régimen de responsabilidades, y j) el valor del voto”.
En mayor o menor medida, pero todos estos cambios afectarán negativamente el funcionamiento del Poder Judicial, cuyos efectos concretos hay que tratar aparte, pero lo más destacable a favor del cínico “Plan C” es que la consulta llevada a cabo el fin de semana por la 4T a través de una propia casa encuestadora y dos firmas que trascendio que fueron pagadas en su momento por la campaña de Sheinbaum están abocadas indubitablemente a hacer “aquimichú” a la reforma en caso de que el statu quo de la próxima —o próximas dos— legislatura se mantenga, siendo que al partido que conservará el poder le faltarán un par de votos para alcanzar la mayoría calificada en el Senado —tres cuartas partes de los votos— requerida para toda reforma constitucional, entre muchas otras decisiones cruciales para la vida nacional.
La inminente presidenta ya cantó victoria afirmando falazmente que la coalición —es un decir— gobernante tiene asegurada la mayoría calificada, pero —amén de que no existe un acuerdo pleno sobre ese hecho y ante una elección de legisladores que seguramente se va a judicializar— no se descartaba hasta ayer la posibilidad de que el centrista Movimiento Ciudadano se desplazara a la izquierda o continuara la compra de conciencias de políticos opositores mendaces y felones —sobre todo priistas— que el Morena practica desde hace meses.
Sin embargo, tenemos por ahí un video en el que el líder emecista Dante Delgado Ranauro se opone rotundamente a cualquier debilitamiento del Poder Judicial, desde el senado y ante los ministros, en tiempos en que lo encabezaba el indigno y traicionero Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, en el que por poco le faltó mencionarlo expresamente.
Hay políticos de izquierda pensantes, como el abogado y diputado local reelecto, hugo Alday Nieto que consideran que de cualquier manera es poco probable que la reforma pase franca, no obstante la predominancia de ignorantes consumados como el hoy diputado federal del Morena Luis Humberto Aldana Navarro, un tipo supresticioso y retrógrado, el peor líder legislativo que ha tenido Quintana Roo en su historia, que con trabajos sabe leer, apenas puede expresarse y, definitivamente, carece de la facultad de la escritura.
La moneda está en el aire.
HOMÚNCULOS
Durante una por lo menos irregular gira oir el norte del país y con un par de escaños faltantes para la mayoría calificada en el Senado, López y Sheinbaum anunciaron que la reforma al Poder Judicial que impulsan el Morena y adláyeresserá presentada en septiembre, acaso suponiendo que el centrista MC de Dante Delgado Ranauro, se alinearía con la 4T durante el próximo sexenio, pero el exgobernador veracruzano ayer confirmó, al legar la dirigencia colectiva de su franquicia a su ex candidato presidencial, Jorge Álvarez Máynez, y a su ex candidato a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, Salomón Chertorivski, que el partido naranja, tras los buenos resultados electorales, sobre todo en términos de credibilidad, pues tendrán un poco menos de legisladores, será un partido francamente opositor.
La nota, que tomamos de “Café Milenio”, programa de opinión del portal del mismo nombre, cita al senador:
“Movimiento Ciudadano tiene todo para convertirse en la nueva opción, por eso no nos ha importado dejar de tener diputados y senadores, queríamos convertirnos en la opción, hay otros partidos que quieren ser parte adlátere del poder y buscan tener más diputados y más senadores y con eso se sienten satisfechos, nosotros queremos un nuevo rumbo para México y queremos presentarle a México la opción diferente frente, a nuestro punto de vista, muchas acciones regresivas de Morena”.
GRILLOGRAMA
¿Saben contar…?
Se pone medio cañón
Si es que para sus reformas
Con tal de brincar las normas
Contaban con el Pelón
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