Mara se codea con millonetas
- Óscar González Ortiz
- 13 nov 2023
- 4 Min. de lectura

(COLUMNA EN NOVEDADES). Si bien el gobierno de Quintana Roo cuenta con un trato, digamos, preferencial, por parte del federal, la expectativa del gobierno de Mara Lezama Espinoza no se limita a la generosidad de su muy apreciado —en sentimiento recíproco—Andrés Manuel López Obrador, presidente de la república. La amistad con la mandataria —y proyectos torales, en particular el Tren Maya—, han hecho que el centro tenga especial buena disposición —no se entienda que por ello hay abandono hacia otras entidades federativas—, pero ella gobierna como si ni lo conociera: algunos antecesores han sido buenos en eso, pero la actual parece incansable en su labor de buscar beneficios para sus gobernados allende nuestras fronteras estatales.
Es bien sabido que el mexicano Carlos Slim Helú sigue siendo el hombre más rico de orbe, aunque ya no sea clasificado en dicha posición en la famosa lista de grandes magnates de la revista Forbes —en dicha nómina es el duodécimo—, pues sus estrategias empresariales han distribuido sus bienes y capitales entre socios, aunque tal vez lo sean más bien de pacotilla, pero Carlos Slim Domit, su primogénito, se mantiene multimillonario por cuenta propia: entre sus changarros se cuentan Telmex, América Móvil, Grupo Carso y Grupo Sanborns. De cualquier manera, el interlocutor de Mara del viernes pasado no es precisamente menesteroso; sin duda es un ejecutivo empresarial de altísimo nivel.
Glosamos el boletín de la Dirección General de Comunicación:
"Durante esta reunión de trabajo se revisaron proyectos sobre conectividad digital, 5G, nubes y data center, data digital, capacitaciones en oficios para el sector turístico y soluciones digitales de gobierno.
"La gobernadora Mara Lezama indicó que todas estas acciones tienen impacto social y contribuyen en el avance del Nuevo Acuerdo por el Bienestar y Desarrollo de Quintana Roo, que este gobierno de la transformación profunda impulsa para ayudar a quienes menos tienen.
"En este encuentro destacaron la importancia de desarrollar una Agenda Digital que permita beneficios a los diversos sectores sociales y productivos de la entidad, acciones para la seguridad, los servicios, sectores e infraestructura virtual en el estado y avanzar en las zonas de falta de conectividad".
Desde luego no nos interesan las relaciones de Lezama con la high, pero sí, y mucho, la apertura de posibilidades de beneficio para los quintanarroenses que estas propicien, y sin duda es el caso, pues en nuestros tiempos —hace un par de décadas, cuando se intensificaron las comunicaciones celulares y por internet, no era el caso— la población en general, y no solo los privilegiados, requiere de esa conectividad sin importar el estrato social del cual se trate: los pequeños de hogares humildes ya no pueden cumplir sus labores y tareas escolares sin acceso a internet, y al propio tiempo, en la mayoría de los casos, tampoco tienen recursos para pagar el acceso a la red de redes en establecimientos comerciales (cíbers).
No es menester abundar en las necesidades de conectividad para las empresas, y muy en particular cuando de las dedicadas al turismo se trata, pues hoy en día prácticamente la única manera de comunicarse para hacer negocios entre oferentes, operadores y clientes del turismo es por internet, de manera que las entidades inmersas en tal mercado —como es el caso de Quintana Roo, sus gobiernos y sus empresas— deben mantenerse en la vanguardia en los servicios y facilidades, que caen en la obsolescencia con espeluznante velocidad, que quienes pertenecemos a generaciones no tan digitales percibimos en la insaciable demanda de nuestros hijos por estar al día con teléfonos, equipos y sistemas.
Es alentador constatar que Mara Lezama no comparte la fobia por la iniciativa privada que sí aqueja a su líder y gurú político, el presidente López, aunque en el caso de la familia Slim-Domit hay que señalar que el magnate de origen libanés es uno de los pocos aliados que aquel tiene en la iniciativa privada, e incluso se trepó junto al presidente en el Tren Maya, acompañándolo alegremente en una travesía que, por cierto, fue por lo menos accidentada.
No estamos seguros si a la gobernadora le gustaría ser clasificada dentro del espectro de filosofía política y modo de gobernar, pero sin mucha dificultad y sin forzar las cosas diríamos que es una socialdemócrata o centrista con determinantes matices de izquierda, similar al presidente, pero sin los alucinantes molinos de viento —los fifís y los neoliberales— que pueblan las pesadillas del inquilino del Palacio Nacional.
LA DICHA INICUA…
No importa que haya decepcionado a algunos de sus seguidores que esperaban una batalla sangrienta por parte de Marcelo Ebrard Casaubón por no haber obtenido la candidatura a la presidencia por el Morena, pero la verdad es que hizo bien. Haber saltado a Movimiento Ciudadano, partido en el que tenía invitación de su dueño, Dante Delgado Ranauro, no lo hubiese llevado a la presidencia, y al no haberse inscrito como precandidato cerró toda posibilidad del que, como había casi prometido, su nombre aparezca en la boleta de la elección de 2024.
Por todos lados le convenía permanecer en el Morena, pues además de que para la siguiente elección seguirá siendo un político competitivo, sus bonos con los regímenes —el actual y el venidero— se habrán mantenido incólumes y hasta aumentado. De otra manera, su destino hubiera sido convertirse en un político errabundo, de esos que nadie quiere, pues Andrés Manuel solo hay uno.
GRILLOGRAMA
Lo que aparezca…
Cierto que no ganó
Marcelo, y supo librarla
Pues decidió no regarla
Ya que tampoco perdió
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