top of page
Buscar

La función pública no se vende

  • Foto del escritor: Óscar González Ortiz
    Óscar González Ortiz
  • 12 sept 2023
  • 4 Min. de lectura

Atrás quedaron el fasto y el boato: el primer informe de gobierno de Mara Lezama Espinosa se llevó acabo en la calle, Bulevar Bahía, frente a la muy chutumaleña Fuente del Pescador que, nos cuenta el cronista Fabián Herrera Manzanilla, es obra de la escultora Rosa María Ponzanelli, y fue inaugurada por el gobernador Mario Villanueva Madrid en 1996, como prolegómeno del Centenario la capital en 1998, y no en el palacio al neoliberalismo caribeño en el que se convirtió Centro Internacional de Negocios y Convenciones, erigido por Félix González Canto, precisamente para el efecto, a un costado de la hoy Universidad Autónoma de Quintana Roo. No es que el moderno inmueble sea inadecuado para un acto gubernamental de esa envergadura, pero lo es sin duda para el estilo austero de la Cuarta Transformación de Andrés Manuel López Obrador, que la gobernadora Lezama adopta con singular entusiasmo.

Pero más allá del simbolismo implícito en la elección del sitio, que dice mucho, en el mensaje de Mara destacó el contraste de los gastos ostentosos, superfluos y más que sospechosos de latrocinio que implicaba la llana obligación gubernamental de rendir cuentas, que se tornaba en una especie de entronización anual del príncipe en turno, simbólica de la gobernanza predominante en los periodos priistas y en el descastado joaquinista.

No hubo arcos detectores de metales, rambos armados hasta los dientes ni edecanes exuberantes importadas del primer mundo para apantallar y excitar la imaginación de la indiada: fueron los trabajadores de las dependencias del Gobierno del Estado los que, afanosamente y sin experiencia alguna, sacaron adelante, con mucha solvencia, la compleja logística que implicó montar y poner a punto momentum para el primer informe de la actual administración, sin necesidad de alta tecnología ni mucho menos. Nosotros fuimos muy bien atendidos por el equipo de la Dirección General de Comunicación, que sorteó con solvencia las dificultades del foro adaptado en las calles chetumaleñas.

Un modesto escenario sin más decoración que la propia escultura que le da nombre a la hermosa plazoleta —¡como si la necesitase!—, un par de cámaras sin grúas mecánicas ni artilugios marca entrega del Oscar, un dron de supermercado y pare usted de contar: la atención se centró en el mensaje al pueblo ahí presente y en su portadora, que como buena comunicadora no necesita más que de la propia voz e imagen para captar la atención, lo que hizo vestida con propiedad pero sin ostentación.

Pocas zonas vedadas hubo: solo las necesarias para acoger a los protagonistas —diputados de ayer y hoy, miembros del Poder Judicial, personajes relevantes e históricos—, invitados especiales —como la representante del presidente López, la secretaria del Bienestar Arianna Montiel Reyes; los gobernadores de Puebla, Sergio Salomón Céspedes; de Campeche, Layda Sansores San Román; Oaxaca, Salomón Jara Cruz; de Tabasco, Carlos Manuel Merino Campos, y Tlaxcala, Lorena Cuéllar Cisneros, de los cuales, salvo pocas excepciones que importaban para el discurso, omitió menciones de nombre propios —su familia, en un gesto emotivo, fue una excepción—, quitando al informe su tradicional carácter de pasarela del jet set político o pista de cabaret de las ambiciones inconfesables.

Sabemos que eso siempre se ha dicho, pero por vez primera fue cierto: la responsiva del gobierno marista a los cuestionamientos del pueblo tuvo como principal, casi único protagonista a la gente, que no aplaudía ni echaba porras a la oradora cada vez que un maestro de ceremonias así lo indicaba o un letrero verde parpadeante lo exigía: no lo podemos jurar, pero las algarabías nos parecieron espontáneas, sin señoras líderes de colonia gritando el legendario "¡sí es cierto!".

Otro hecho inédito: la gobernadora fue puntual para iniciar su mensaje, en notorio contraste con sus antecesores recientes, que hacían esperar a la gente hasta más de dos horas después de lo anunciado por las pomposas invitaciones, como si el tiempo de las personas no valiera nada ante la egregia presencia de los provincianos reyezuelos, que seguramente estaban muy ocupados en la manicura y el emperifollamiento, con el ansioso auditorio lleno hasta el tope.

No abundaremos en el contenido del mensaje de Lezama acerca de su primer informe de gobierno, pues seguramente en estos días menudearán los análisis; mencionaremos la expresión que acuñó la gobernadora para referirse a la política estricta de anticorrupción que la alinea con el mandatario federal López Obrador: en su gestión no se permitirá la venta de la función pública, por lo que si algún hecho así sucediere, será combatido sin contemplaciones.

Nos toca a los ciudadanos, y especialmente a quienes tenemos por tarea cotidiana informar, entre otras cosas, del acontecer público en Quintana Roo, estar pendientes del cumplimiento cabal de los meritorios propósitos enunciados por Mara para los próximos años, luego de que podemos dar testimonio de que durante el primero se abocó a tomar dicha ruta.

Esperemos que así sea —o siga siendo—: aquí lo informaremos, igual que lo contrario, en caso de no cumplir.


GRILLOGRAMA

Allá en la fuente…


Cumplir, sin falla ni error

Como si al pueblo le hablara

Sin dobleces, doña Mara

Le prometió al pescador


 
 
 

コメント


Who's Behind The Blog
Recommanded Reading
Search By Tags
Follow "THIS JUST IN"
  • Facebook Basic Black
  • Twitter Basic Black
  • Google+ Basic Black

Presentado también en

 ¿Te gusta lo que lees? Dona ahora y ayúdame a seguir elaborando noticias y análisis. 

Donar con PayPal

© 2023 por "Lo Justo". Creado con Wix.com

bottom of page