Derechos de autor: nada definido
- Óscar González Ortiz
- 15 sept 2023
- 4 Min. de lectura

Luego de que los empresarios restauranteros y hoteleros celebraran como pájaros en alpiste que supuestamente fuera rechazada la iniciativa del diputado Hugo Alday Nieto sobre el pago de derechos a los autores y compositores, muy al estilo del líder gremial Jesús Almaguer Salazar, inteligente, sin duda, pero domeñado por una pasión vernácula que revela su origen regiomontano, terco hasta las cachas, resulta que en verdad la algarabía de los capitalistas esta muy lejos de corresponder al real proceso legislativo.
Tampoco escasearon los políticos que sacaron pitos y espantasuegras para festejar ese supuesto triunfo de la poderosa iniciativa privada contra los trabajadores muchas veces asalariados y los creadores artísticos del mundo del entretenimiento, siempre tan desvalidos ante sus no precisamente generosos contratantes y usuarios, en general ilegales y gratuitos de sus obras, como si los funcionarios y legisladores debieran proteger a los opulentos de los "perversos" artistas.
El periódico El Economista publicó que "el sector hotelero de Quintana Roo amagó con amparos en caso de que la iniciativa se aprobase, tal como había sido presentada por el diputado local Hugo Alday, sin embargo ésta no llego ni siquiera a discutirse en el pleno del Congreso local".
Pero —sigue el diario especializado— "el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) del Caribe, Eduardo Martínez, aseguró que se quedó en la congeladora del Congreso local la iniciativa que pretendía condicionar las licencias de funcionamiento de hoteles y restaurantes al pago de derechos de autor por la música que se toca en estos espacios".
"No se puede rechazar ninguna iniciativa que ya fue leída en el pleno y que fue turnada a una comisión sin analizarse y sin tener las mesas de trabajo", nos explicó el legislador Alday. "Es el proceso que generalmente tarda", dijo antes ejemplificar con la que versa sobre la extorsión que presentó a finales del año pasado, y después de todas las reuniones correspondientes apenas esta semana se aprobó en el pleno.
Aclaró también que se celebraran juntas con el CCE, con la Sociedad de Autores y Compositores de México (SACM), la Asociación Nacional de Intérpretes (Andi), la Sociedad de Gestión Colectiva de Interés Público (Egeda), el Instituto Nacional del Derecho de Autor (Indautor) para que se pueda trabajar sobre el asunto, independientemente de la participación de los ayuntamientos.
"Yo creo que es un tema que ya agarró personal (Almaguer), pero se pelea solito: no se ha cancelado; está mal informando. Ya manifestaron tanto (el diputado) Renán (Sánchez Tajonar) como (la diputada) Cristina Alcérreca que van a empezar las mesas", aseveró.
Alday Nieto consideró que los restauranteros y los hoteleros están muy mal informados en el sentido de manifestar que los afectados son un monopolio, cuando el articulo 28 de nuestra Carta Magna, desde que este país es libre y soberano, desde la Constitución del 24, establece que los derechos de autor son una excepción, por lo que está muy mal que se exhiba a gente trabajadora, en "un grado mayúsculo de ignorancia".
Los derechos humanos no se pueden diferenciar ni decir "estos sí, pero estos no", pues no los hay de primera y de segunda, y los de autor también lo son. El 80 por ciento de los centros de consumo en el estado de Quintana Roo —dicho por los empresarios y las propias sociedades de gestión colectiva— tiene algún tipo de acuerdo, autorización o convenio con quienes son encargados de administrar los derechos de autor: solo el 20 por ciento es el que tendría que acreditar cómo y por qué para obtener o mantener la licencia de funcionamiento. Como se ve, la gran mayoría no tiene problema, y en realidad a los omisos solo se les multaría por parte de las autoridades municipales por la falta de un documento, sin que se las niegue la licencia de funcionamiento.
La iniciativa propiciaría que los negocios cumplidos vean acotada a su competencia desleal porque están explotando las obras sin permiso, pero por lo visto los dueños de los establecimientos ni esa ventaja competitiva captaron, obnubilados por posturas paranoides como la del líder Almaguer, que no comprendio el tema en su totalidad y obviamente hizo aquimichú a todos los demás.
No descarta el legislador por el Distrito 02 de la XVII Legislatura que la resistencia de la poderosa iniciativa privada de Quintana Roo a permitir que los autores y compositores obtengan una justa retribución por la explotación comercial de sus talentos artísticos —la música de fondo en un restaurante, verbigracia, forma parte, junto con los alimentos y bebidas, del "producto" que se oferta y se paga, y ya no se diga cuando la música es en vivo— tenga no algo, sino todo que ver, con el proceso electoral en marcha, con lo que el sustento de numerosas familias estaría siendo escatimado por la IP con aviesos fines político-electorales.
A qué dudar que de derechos humanos y de la lucha contra la voracidad de empresarios desalmados que creen que todo lo merecen por el hecho de traer dólares al estado y al país se trata. Los diputados, especialmente en estos tiempos en que sus corazoncitos laten al repicar de los cascabeles electorales, están aquí moralmente obligados a solidarizarse con David contra Goliat.
Sepan que se encuentran bajo el microscopio ciudadano.
GRILLOGRAMA
Allá en la fuente…
Se volvieron, por omisos
Y para no quedar mal
Lacayos del capital
Los diputados sumisos
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