top of page
Buscar

Arrasa la izquierda en plena democracia

  • Foto del escritor: Óscar González Ortiz
    Óscar González Ortiz
  • 3 jun 2024
  • 5 Min. de lectura

(COLUMNA EN NOVEDADES), A pesar de que habíamos previsto el resultado general, reconocemos que en verdad nos sorprendió su masivo volumen a favor del Morena y sus aliados, pues pensábamos que habría estado mucho más competida la obtención o no de la mayoría calificada para la coalición gobernante. Las cifras no solo para la virtual presidenta electa son aplastantes, pues los resultados en la lucha por los escaños en el Congreso de la Unión —lo que pensábamos que estaría en juego era concederle o no tres cuartas pates de los escaños a quien no cabía duda que ganaría la presidencia, se convirtió no solo en un día de campo, sino en un paseo con globos, serpentinas y cornetines, en una gran fiesta para el todavía presidente Andrés Manuel López Obrador y su segura sucesora Claudia Sheinbaum Pardo.

También hay que destacar que en los tiempos del PRI, durante esas siete décadas de partido único los resultados similares eran poco o nada ponderables, pues no se daban en el marco de una competencia democrática. En la elección de ayer las condiciones fueron de plena libertad de los mexicanos para elegir a su líder nacional y sus representantes populares. Habló el pueblo, y no la fuerza del estado, como en aquel año 2000 en el que el PRI —que pudiera desaparecer después de la catástrofe de la víspera, y sin duda ese sería un destino menos deshonroso—, cuando la derecha, de la mano de Vicente Fox Quesada, terminó con una era de claroscuros en el progreso del país pero de densas tinieblas en la vida política del México posrevolucionario.

La elección fue ejemplar. No existen los comicios impecables, claro, pero si acaso hubo muy pequeñas y aisladas irregularidades estas se dieron por igual de ambos bandos, el oficialista y el opositor, y quedarán olvidadas a más tardar mañana.

Tres cosas significa principalmente el abultado triunfo de la izquierda: primero, que la calificación implícita del gobierno de López no es calificado como una de los más apreciados por sus gobernados en todo el mundo por obra de una triquiñuela publicitaria, sino que en realidad la inmensa mayoría de los mexicanos lo apoya y quiere, en concordancia —le guste o no a quien sea— de sus acciones con las necesidades de la gente; segundo, que el centro y la derecha de la política mexicana, si bien cuentan con militante de alta valí que se esforzaron de manera legítima por sus casuas, están totalmente devaluados, del todo degradados ante la opinión pública por obra y gracia de liderzuelos mañosos, falsos y hasta felones, que debieran ser desterrados del ágora y ser sustituidos por… ¡por quién sabe quiénes!, y, por último, que las instituciones democráticas del país funcionan a pesar de los pesares y que no requerimos cambiar las reglas del juego para que la voluntad del pueblo sea respetada.

Aquellos quienes seamos leales a México más que a las banderas partidistas y quienes hayan perdido la elección deberemos asumir que sucedió lo justo, porque lo justo en la democracia es acatar el mandato popular, por lo que el camino será mantener la unidad nacional, trabajar armónicamente con las autoridades, mantener las luchas democráticas opositores dentro de los cauces legales e institucionales y mejor considerar que no ganó una postura dentro del espectro político, sino que a pesar de los descalabros para las otras triunfó la democracia, quid pro quo.

 

Elección tranquila y copiosa

(Escrito antes de conocer tendencias en las votaciones) Ya en recuperación de una duradera lesión en el hombro, nos toca el retorno al teclado en una fecha que será considerada histórica por varios motivos, empezando porque las dos candidatas realmente competitivas fueron mujeres, a pesar de que el varón postulado por Movimiento Ciudadano, Jorge Álvarez Maynez, ciertamente nos sorprendió a muchos por sus resultados tras una campaña a la que apuntaló, curiosamente, un video de ebrios impertinentes en el palco de un estadio que protagonizó con el gobernador de Nuevo León, su correligionario y cuatacho Samuel García Sepúlveda, otra estrella de la camada de juniors livin’ la vida loca de la política mexicana.

Ya hacia la media jornada, los reportes de asistencia a las casillas electorales barruntaban una participación muy elevada para la usanza mexicana de por lo menos lo que va de este siglo XXI: este primer duelo en pos del más alto cargo del Poder Ejecutivo mexicano parecía haber despertado un interés inusual, que de concretarse como récord en los cómputos formales valdría la pena estudiar a fondo, ya que difícilmente la falta de originalidad de los partidos integrantes de las coaliciones, con desempeños más bien depauperados, casi decimonónicos, determinó que no hicieran la gran diferencia.

Por ahora nos parece claro que el por demás movido “agarrón” entre las señoras Xóchitl Gálvez Ruiz, de la coalición Fuerza y Corazón por México, y Claudia Sheinbaum Pardo, abanderada de Sigamos Haciendo Historia —usamos el orden tradicional para mencionar partidos políticos, que es el de la antigüedad de sus registros: el PAN posee el más añejo—, sin excluir el tan protagónico cuan ilegal papel del todavía muy popular presidente Andrés Manuel López Obrador a favor de su correligionaria y pupila, se debió sobre todo a sus propias personalidades y no tanto a las organizaciones políticas que las postularon, pero desde la apertura de las casillas, que en Quintana Roo se dio primero que en el resto del país, quienes sufragamos en el mismo domicilio desde hace muchos años comentábamos no haber visto nuca filas tan largas.

Que no se entienda que acusamos de haber fracasado a los partidos, amén de que si bien fueron rebasados por sus propias candidatas —y candidato— hicieron un esfuerzo por lo menos perceptible, y en general el Estado y destacadamente la sociedad se esmeraron en sacar a los electores de la poltrona dominical acompañada, aquí en nuestras tierras peninsulares, por deliciosas tortas de cochinita pibil y lechón horneado.

La gente estaba metida en el borlote de las campañas: un signo muy claro fue que, mientras que a ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación de antaño, como, digamos, Genaro Góngora Pimentel o Mariano Azuela Güitrón, cuando acudían en elecciones a depositar sus papeletas en las urnas nadie los reconocía; ni siquiera los pelaban, pero ahora que el pérfido togado en retiro Arturo Zaldívar Lelo de Larrea se apersonó en el sitio de votación que le correspondía se llevó abucheos, silbidos y coloridas imprecaciones, cual villano favorito que es en editoriales y noticieros. Parece que los mexicanos ordinarios, de la mano de las candidatas presidenciales, ya estamos mucho más metidos en la política.

Mucho antes de concluir la jornada electoral a las 6 de la tarde —de nuevo, primero en Quintana Roo que en el resto de la república—, aunque por supuesto falta mucho para que conozcamos los resultados oficiales ya se tenía una bien sustentada y muy halagüeña sensación muy. Las enjundiosas campañas de Gálvez y Sheinbaum, encendieron los ánimos tanto como para estimular la participación, pero afortunadamente no tanto como para incendiar la jornada.

El extremo, para el contraste, fue la elección en la que “triunfó” José López Portillo… ¡sin que compitiera algún otro candidato!, pero, aparte del impresionante arrastre de López Obrador que en sus guerras causó indignación por sus derrotas y emoción por sus victorias, creemos que esta ha sido la elección más interesante y atractiva de este milenio.

Nos gustaría estar analizando con ustedes los resultados, pero por la hora en la que Novedades de Quintana Roo nos requiere los materiales para que puedan ser integrados a su edición impresa, no tenemos para el lector más que este testimonio de una elección sui generis, que dejó muy buen sabor de boca… por lo menos hasta antes de que acaezcan las usualmente furibundas sesiones postelectorales, en donde muchas veces, por encima o por debajo de la mesa, se dan las verdaderas y trascendentales definiciones político-electorales.


GRILLOGRAMA

¡Auch…!


Por esta y la otra semana

De Xóchitl, los seguidores

Necesitarán, señores

Pomada de la Campana


 
 
 

Comentarios


Who's Behind The Blog
Recommanded Reading
Search By Tags
Follow "THIS JUST IN"
  • Facebook Basic Black
  • Twitter Basic Black
  • Google+ Basic Black

Presentado también en

 ¿Te gusta lo que lees? Dona ahora y ayúdame a seguir elaborando noticias y análisis. 

Donar con PayPal

© 2023 por "Lo Justo". Creado con Wix.com

bottom of page