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Transparencia, sin la vista gorda

(COLUMNA EN NOVEDADES. CLIC EN IMAGEN). “El gran reto de la administración pública en el tema de las adquisiciones será la incorporación de la sociedad civil”, sentenció Fabiola Cortés Miranda, periodista, abogada y presidenta de la asociación civil Somos Tus Ojos, en un encuentro de opiniones al término del Seminario Internacional Contrataciones y Adquisiciones en el Siglo XXI organizado por el Instituto de Administración Pública del Quintana Roo (Iapqroo), que se llevó a cabo en Chetumal los días 11 y 12 de octubre.

Ante una audiencia integrada en su mayor parte por servidores públicos, en particular de las áreas de adquisiciones de las dependencias y entidades públicas de Quintana Roo, la reconocida activista, que ha puesto en jaque a los gobiernos locales con sus investigaciones y denuncias y ha sido punta de lanza en las causas contra los gobernantes anteriores, metida en una cruzada que tiene encarcelado en Panamá al exgobernador Roberto Borge Angulo, bajo proceso de extradición, y a otros funcionarios en picota, Cortés Miranda señaló que las organizaciones de la sociedad civil que reciben recursos del gobierno pueden estar actuando, como se dice coloquialmente, “haciéndose de la vista gorda” a la hora de combatir la opacidad y la corrupción en el sector público.

En el conversatorio plural y abierto que siguió al concurrido seminario, que contó con conferencistas como Ana Teresa Revilla, extitular del Órgano Supervisor de las Contrataciones del Estado del Gobierno de Perú, y Marta Alba Pacheco, responsable de Contratación Pública de la Agencia de Innovación y Desarrollo de Andalucía, España, participamos además de Fabiola Cortés el oficial mayor del Gobierno de Quintana Roo, Manuel Alamilla Ceballos, el anfitrión y presidente de la Canaco-Servytur capítulo Chetumal, Eloy Quintal Jiménez, el que esto escribe y León Lizárraga Cubedo, presidente del organizador Iapqroo, que actuó como moderador.

La expectativa, como era natural dado su papel de trascendencia en la opinión pública nacional e internacional por su denodada búsqueda de justicia respecto a las presuntas conductas ilícitas de los gobiernos precedentes al de Carlos Joaquín González, pero también como incisiva demandante de transparencia y rendición de cuentas en lo que va de la presente administración, con acciones que han llegado incluso al ámbito jurisdiccional en causas que cuestionan sin cortapisas ni concesiones a los servidores públicos del “cambio”, se centró en Fabiola Cortés.

La joven abogada, muy poco afecta a andarse por las ramas, fue presentada por León Lizárraga con singular precisión, ya que de ella dijo que con su labor de denuncia “ha puesto el dedo en la llaga, nos ha invitado a despertar y a participar en los temas públicos; a empoderar a las organizaciones de la sociedad civil”. La información es poder, recordó Lizárraga, pues es indispensable para denunciar los actos de corrupción de aquellos servidores públicos que están obligados al uso adecuado de recursos que son de toda la sociedad. “Esa mirada de la transparencia de la sociedad civil es fundamental”, consideró.

La también editora del portal de internet NoticaribeNews –desprendimiento del importante portal Noticaribe, que ella contribuyó a posicionar en su liderazgo hacia finales de la década pasada y principios de esta-- afirmó que los funcionarios de Quintana Roo tienen un trabajo muy largo y muy difícil por delante, pues hay desconfianza entre la población en general, tanto entre la que no sabe nada, que sólo imagina cómo se hacen las cosas en la administración pública y de facto dice que se hacen mal, sólo para beneficio propio, de manera incorrecta, integrada por los que hablan sin demasiado conocimiento de causa, pero también entre los que ya transitan por la vía de la transparencia.

Este grupo de informados, lamentó Fabiola Cortés, se encuentra en principio con muchos obstáculos para acceder a la información que debería de ser pública, siendo la que más preocupa esa que tiene que ver con el manejo de los recursos públicos, con cómo se aplican, cómo se gastan los dineros. Dentro de ese gasto están obviamente todas las adquisiciones y lo que tiene que ver con licitaciones. Desde luego donde hay más duda es en aquellas compras y contrataciones que son de asignación directa. El gran reto de la administración pública en el tema de las adquisiciones –siguió Cortés– será la incorporación de la sociedad civil, pero de esa sociedad civil que es independiente, no de esa sociedad civil que recibe también recursos públicos, “porque ahí también hay un conflicto de intereses y queremos ser igualmente claros en ese tema. Es la sociedad civil que está del lado de los ciudadanos, la que no se va a hacer de la vista gorda” la más indicada para vigilar la transparencia y la rendición de cuentas, pues cuando se reciben recursos públicos la perspectiva del observador cambia, y acaba por decir “como que la cosa no está tan mal”. El reto de este gobierno, según Cortés Miranda, es incorporar a esa sociedad civil independiente para fungir como testigo social en todos los procesos de adquisiciones y licitaciones.


LA DICHA INICUA…

La Oficialía Mayor de Quintana Roo ha pasado por una licitación difícil, muy cuestionada, recordó la presidenta de Somos Tus Ojos, que informó a la audiencia reunida en el auditorio de la Canaco-Servytur de que su organización ya recurrió a las vías legales en demanda esclarecer la famosa licitación de los uniformes escolares de educación básica, aseverando algo que podemos confirmar en cualquier historial de publicaciones en las redes sociales: el sentir de la población es en el sentido de que las cosas no se hicieron bien en ese caso.

El jefe de la burocracia del estado, sin embargo, hizo una exposición bastante clara, contestando al espinoso tema sobre la intencionalidad del gobierno joaquinista en asuntos de transparencia, rendición de cuentas y corrupción.

La normatividad es anacrónica –reconoció Alamilla–, al quejarse de que las herramientas que proporciona la ley al gobierno y la situación en la que lo coloca no ayudan a llevar procesos que tengan que ver “con la agenda que tenemos hoy en día, más dedicada a la transparencia, los procesos abiertos y a una participación ciudadana”. Los ordenamientos obsoletos y caducos ponen en las manos del sector público una caja negra y opaca que pudiera usarse para evitar la rendición de cuentas, pero aseguró que el gobierno del cual es administrador está empeñado en la apertura de la “caja negra”.

El tema del conversatorio de marras era la necesidad de poner al día la normatividad. Se necesita –dijo en atingencia Alamilla– una ley competitiva en la materia, como ya existe en otras entidades de México. Lo que reclamó el oficial mayor fue que la normativa realmente funcione como una caja de herramientas en vez de un espacio críptico, cerrado, condición sine qua non para que se den buenas compras, eficientes, de calidad, que ayuden a solucionar problemas en vez de acarrearlos.

Un tema muy del gobierno joaquinista salió a cuento como fundamental en la materia: la innovación de las prácticas de gobierno, que permita brindar a los gobernados transparencia y se desempeñe con competitividad. Ejemplificó con la necesidad de establecer subastas inversas y electrónicas, verbigracia, amén de fijar metodologías de negociación continua y abierta, acordes con los lineamientos de la OCDE, el IMCO y ciertas experiencias exitosas de otros estados, especialmente con los proveedores locales, que ya habían tenido la voz en la persona de Eloy Quintal.


HELADA MADRINA

El líder de los comerciantes locales, joven profesionista muy preparado, representante de una nueva generación ilustrada de la iniciativa privada chetumaleña, que ya no cree que con estirar las palmas ante el gobierno llegará por arte de magia la solución a todos los problemas, estableció una postura desde luego muy distinta a la que hemos escuchado durante años, fincada en la nostalgia payobispense de los buenos tiempos del comercio de fayuca legalizada durante el ido estatus de zona libre.

Veamos: los comerciantes de Chetumal siempre han hablado de la necesidad de desarrollo económico para el sur del estado, pero pocas veces –hay honrosas excepciones– plantearon propuestas, incluso exigencias viables. Luego de reconocer que el ejercicio convocado por el Iapqroo era sui generis en el mejor de los sentidos, Eloy Quintal admitió que la superación de los rezagos no se logrará con medidas paliativas sino sólo con la fuerza de las políticas públicas en concordancia con el impulso de la sociedad y la iniciativa privada, lo que León Lizárraga en sus comentarios luego caracterizaría como la verdadera gobernanza.

No era ajena para nadie la tipificación de la región, marcada por paupérrimos indicadores de empleo y dinámica económica. Pero algo fue muy distinto de la actitud del joven emprendedor textil: los negocios de Chetumal están inextricablemente ligados a la actividad gubernamental y la cúpula de los comerciantes de la localidad debe luchar a brazo partido por que dicho mercado no se pierda, cierto es, mas debe hacerse con miras a que en el corto, mediano y largo plazo se generen nuevas opciones para superar esta dependencia.

Los empresarios del sur del estado deben emprender la búsqueda de nuevos esquemas de generación de riqueza, pero en el ínter hay que encontrar, de la mano con los gobiernos, acciones de corto plazo que den liquidez a los negocios en su intercambio con el sector público, esto “para que las empresas puedan ir mirando a otras opciones en la cadena de inversión gracias a un gasto público que vaya permeando en mayor medida en la economía local”.

El gobierno debe sin duda fortalecer al empresariado local, pues si bien en el norte de la entidad la balanza es de 90 por ciento de capital privado en la actividad económica por la derrama de la industria turística, en el sur la dependencia de las compras de gobierno es casi absoluta. Participación más eficiente, organizada, preparada y competitiva del sector local es lo que ofrece una nueva visión empresarial, con alianzas estratégicas por regiones –más allá del ámbito estatal– y preparación para las contrataciones y las adquisiciones es el compromiso.

Muy buen cerrojazo para ese exitoso seminario. Nótese que el que esto escribe no utilizó, en maquinado de cerca de 10 mil caracteres, la palabra “poblano”.

San Juan Vergara, ora pro nobis.



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