Un espejismo priista
(COLUMNA EN NOVEDADES). Sin restar claros méritos, podemos afirmar que los muy sonados triunfos electorales del PRI logrados el domingo en Hidalgo y Coahuila, imponiéndose al Morena, no son tan inusitados ni espectaculares como parecen desde la perspectiva nacional y de los estados –la mayoría– en donde el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador predomina. Sucedería algo así de equívoco si se nos pusieran los ojos cuadrados si el PAN ganara una elección en Nuevo León, verbigracia.
No es descabellado señalar que el Tricolor, fiel a su tradición, ha persistido en su aún vigente activismo sectorial y territorial, y que esta disciplina haya traído una muy perceptible recuperación, pero, si bien meritoria, esta es todavía modesta y todo indica que lo será por mucho tiempo, por lo menos más allá de las elecciones intermedias. No dudaríamos que el Blanquiazul, con sus propios métodos y tradiciones, esté ahora mismo recuperando antiguos cotos desde los que se propulsó para encabezar los dos primeros gobiernos federales del milenio que corre. Ambos institutos hicieron las cosas lo suficientemente mal como para perder el poder, mas eso no significa que estén condenados a desaparecer o a que nunca puedan volver a ganar.
Con o sin los tropiezos de las dos últimas décadas aprovechados por Vicente Fox Quesada y Andrés López, haciendo valer las inercias de sus populares personalidades políticas, Hidalgo nunca ha dejado de ser un bastión priista, cuna de varios de los más destacados de sus militantes. Tamaulipas, como la mayor parte de los estados del norte del país, no fue inmune a la carismática influencia electoral del actual presidente, pero una vez diluida y degastada es muy probable que regresen del todo a su normalidad derechista, cuyo espectro oscila entre el centrismo del PRI y el conservadurismo del PAN. La izquierda en esas latitudes es una anormalidad.
Entendemos que puede ser una estrategia política y si está dentro de los márgenes de la ley todo se vale, pero en verdad sonaron inocentes y hasta falsarias las vocecillas priistas que celebraron estos éxitos geográficamente tan focalizados como un presagio del colapso del Morena y un resurgimiento del PRI. En Quintana Roo, uno de los estados que votó más copiosamente por López Obrador, la popularidad del tabasqueño sigue casi incólume. Interpretar como renacimiento lo sucedido en Hidalgo y Tamaulipas sería un craso error que pudiera incluso destartalar los reconocibles esfuerzos que vienen realizando los partidos para recuperar espacios, mas –insistimos– la carrera sería de largo aliento.
Para muestra, tenemos un estudio de opinión acerca de las preferencias electorales en el municipio quintanarroense de Solidaridad que, aun a sabiendas de que las encuestas suelen acomodarse a las preferencias del cliente, deja claro que la diferencia positiva actual del partido en el poder sobre sus principales opositores es tan abismal que solo un milagro haría cambiar las posiciones de aquí a las próximas elecciones locales, a celebrarse el 6 de junio de 2021.
Según el estudio demoscópico, el gobernante Morena contaba al 16 de octubre con 33.41 por ciento de las intenciones de voto, dejando al PAN en un muy lejano segundo lugar, con 18.89 puntos, y al PRI en tercero, con un no precisamente paupérrimo pero sí pobre porcentaje de 9.96 unidades. Lo más interesante es que, de ser acertada nuestra fuente, la tendencia en estos días ha sido levemente alcista para el partido guinda: el 14 de agosto contaba con 31.85 de las preferencias, para subir al día siguiente a 32.03 puntos, esto cuando ya se le habían presentado varias adversidades al presidente, destacando un escandaloso video que barrunta actos de corrupción perpetrados por su hermano Pío.
Por supuesto que las clases ilustradas e informadas del país, que se enteran y perciben claramente la pésima conducción económica y el errático manejo gubernamental de López y su equipo, han acrecentado su rechazo al régimen, pero los votos que lo llevaron a la Presidencia nunca anidaron entre los mexicanos más preparados –que cotidianamente caracteriza como adversarios y enemigos de él mismo, de la “cuarta transformación” y de México–, sino entre las masas que siguen creyendo que todos los días no les habla un gobernante, sino el propio mesías, que no saben nada de economía o gobernanza pero brindan los votos necesarios para ganar elecciones.
Lo sucedido en Hidalgo y Tamaulipas, entonces, no es premonitorio de nada. Condiciones locales, sumadas a un acertado trabajo partidista, dieron buenos resultados, y con ello hicieron a un lado al Morena, que quedó casi en último lugar, pero en la mayor parte del país hará falta hacer mucho más si se le quiere ganar a un presidente que, por su estilo populista, persiste en el ánimo de los mexicanos de a pie.
LA DICHA INICUA…
No existe discurso gubernamental sobre seguridad pública que no hable de capacitación y profesionalización, pero casi siempre lo que se dice es falso o se hace tan mal que, hasta las escuelas de policías, cuando en verdad existen, en vez de ayudar a mejorar las cosas se suman a la ineficiencia y corrupción existente. En general esos términos son lugares comunes; verbalizaciones de la simulación.
Por eso resulta muy esperanzador que el Sistema Nacional de Seguridad Pública haya reconocido que la Academia Estatal de Seguridad Pública del Estado de Quintana Roo haya sido reconocida como una institución real y no como una entelequia discursiva por el Sistema Nacional de Seguridad Pública, al otorgarle el registro y certificación como instancia capacitadora con el nivel más alto (A), “con base en los sólidos resultados obtenidos en el Modelo Óptimo de la Función Policial”.
Los rubros que fueron tomados en cuenta para el otorgamiento de la certificación fueron 12, y los beneficiarios directos de este reconocimiento nacional a Quintana Roo por las acciones de capacitación de la Secretaría de Seguridad Pública son desde luego los policías, los funcionarios de administración de justicia y los integrantes del sistema penitenciario que podrán ser capacitados todavía a más alto nivel, pero evidentemente este beneficio se traslada a la ciudadanía, que podrá contar con cada vez mejores niveles de seguridad.
La falta de seguridad es la más cuestionada entre las prestaciones gubernamentales a la población en todo el país, y Quintana Roo no es la excepción, pero al pasar del discurso a la realidad esta fundamental base para mejorar el servicio de los servidores públicos involucrados, poco a poco pero inexorablemente la mejoría se sentirá en las calles y los hogares de todo Quintana Roo.
HELADA MADRINA
La capacidad de organización del cronista de Cancún, Fernando Martí Brito, nunca ha sido cuestionada, pues desde los eventos que encabeza hasta los productos editoriales que lleva a cabo tienen el sello indeleble del éxito, pero el reto de la celebración de los 50 años de la fundación de Cancún en plena pandemia de influenza covid-19 era un enigma de pronósticos poco favorables.
Sin embargo, la solución que ideó Martí no solo dejó atrás la pesimista duda de que se pudiese hacer algo digno, sino que ha superado las expectativas: montó un ciclo de conferencias virtuales que ha sido todo un éxito, merced a un esfuerzo de promoción muy intenso, principalmente en redes sociales, que lleva cabo incluso en persona.
La plantilla de conferencistas es notable, pues la integran –en orden de participación– el exdirector del Fonatur Kemil Rizk Aziz, la exsecretaria de Turismo Silvia Hernández Enríquez, el exgobernador Miguel Borge Martín, el actual mandatario Carlos Joaquín González, el responsable del proyecto toral del presidente Andrés López –el Tren Maya– y el propio cronista, quien, por antonomasia, vaya que sabe a fondo lo que es Cancún: sin duda la oportunidad para comprender a nuestra joya desde sus orígenes hasta el presente.
Ejemplo de ello fue la conferencia del viernes 16 dictada por el doctor Borge, nuestro gobernador intelectual, que a pesar de que por el título de la ponencia, “El surgimiento del Corredor Cancún-Tulum”, cabía esperar una disertación muy concreta y enfocada, nos regaló un relato lleno de colores, sabores y aromas del surgimiento y crecimiento de Cancún, pues como cabeza de playa –literalmente– de ahí partió la construcción de la impresionante y mundialmente reconocida industria turística de Quintana Roo situada en dicho tramo costero, que ahora se conoce con el muy impropio nombre Riviera Maya (la palabra “riviera”, que no existe en español o en todo caso es un galicismo, se la sacó de la manga Miguel Ramón Martín Azueta, entonces alcalde de Playa del Carmen, e inopinadamente se quedó, ya que la mayoría de nuestros funcionarios gubernamentales no son precisamente lexicógrafos; debería ser, en todo caso, Ribera Maya; pero en fin).
No por extensa la conferencia de Borge dejó de ser más que amena: un recorrido histórico pletórico de “filin” –las palabras sobre el huracán Gilberto fueron estremecedoras– expuesto por el hombre al que le tocó ser gobernador del estado cuando surgió Cancún y de ahí partió a pormenorizar el portento turístico más importante de América y comparable sin desdoro a los más conspicuos del mundo.
Pero lo que más nos interesó de la exposición del ingeniero cozumeleño fue su postura crítica al desarrollo de la industria turística de Quintana Roo, con el puntual señalamiento de sus yerros –que no han sido pocos ni leves–, sobre todo en términos de su impacto social –en los pobladores, los trabajadores y sus familias, así como en las comunidades– y ambiental.
Mas el enfoque fue constructivo: la explicación de los errores de nuestro desarrollo que dio el exgobernador fue muy simple: aparte de que en los tiempos fundacionales no se conocían bien ni se tenían tan en cuenta los impactos de la acción del hombre sobre su entorno natural y sí hubo daños y devastación, el crecimiento fue tan vertiginoso que necesariamente tuvieron que cometerse fallas.
Lo positivo, también señalado por el conferencista, es que seguimos teniendo un estado prodigioso, pero ahora contamos con la experiencia y los conocimientos proporcionados por esta breve pero intensa media centuria de experiencia: el desarrolla del milagro acuciosamente explorado por el cronista Martí nos da ventajas inapreciables para la toma de decisiones, ahora y en el futuro.
GRILLOGRAMA
Hidalgo y Coahuila…
Vividores de los mitos
Del terruño, a mis priistas
Les pediría algunas pistas:
Y ustedes… ¿tocan qué pitos?
columnacafenegro@gmail.com
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