Beneficios de un tren subvencionado
- Óscar González Ortiz
- 27 feb 2023
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Óscar González Ortiz
(COLUMNA EN NOVEDADES). Nadie espera ni esperó jamás que el metro de la Ciudad de México fuera en sí un negocio, que dejara ganancias a sus dueños, los mexicanos. El beneficio —que se considera totalmente imprescindible para la vida de la urbe— consiste en que millones de personas, sobre todo trabajadores, puedan transportarse de manera —hoy más o menos— eficaz de sus hogares a sus trabajos, escuelas y demás actividades, sin excluir las familiares, recreativas, etcétera.
El que redacta fue llevado por la mamá a los cinco años junto con sus cinco hermanos, un domingo, a conocer el famoso tren urbano, a la línea 1, a la sazón de Chapultepec a Zaragoza, con mas precauciones que las que toma un paracaidista militar en plena guerra, algo que fue tan impactante y emocionante como como lo que recordaría el coronel Aureliano Buendía frente al pelotón de fusilamiento, cuando su padre lo llevó a conocer el hielo.
Esa obra tan impresionante, una de las mayores del mundo en su tipo, les cuesta no solo a los capitalinos y mexiquenses que lo utilizan, sino a todos los mexicanos, una enorme cantidad de dinero solo para su operación cotidiana, sin tomar en cuenta las ingentes obras de construcción y mantenimiento, que ni remotamente podrían ser cubiertas por los pasajes que paga cada somnoliento chilango que, como describe la rola de Sesiones con Emilia, es enlatado por los "polis" a empujones en los vagones durante las horas "pico". La vida en la metrópoli de la Ciudad de México y del Estado de México sería absolutamente inconcebible sin el metro, que es subvencionado por el erario.
No lo puede decir con todas sus palabras el presidente Andrés Manuel López Obrador, porque sería políticamente muy incomprendido el mensaje, pero el Tren Maya que se construye en la Península de Yucatán y sus cercanías nunca será un negocio rentable, entre otras cosas porque no persigue esa finalidad. Los gobiernos banqueros y empresarios siempre fracasan por razones muy variadas y la mayoría vergonzantes, pero el proyecto estrella del presidente López será irremediablemente deficitario por razones muy distintas, y son muy buenas razones.
La inversión, amén de que ha crecido y crecido desde los primeros anuncios hasta una realidad de ingeniería muy compleja que se afronta en la actualidad, no se hace para que este emprendimiento deje dinero, sino para traer progreso y bienestar a regiones muy olvidadas, prácticamente abandonadas del país, de no ser por sus polos urbanos más importantes, sobre todo debido al turismo.
El Tren Maya, en primer lugar, desde sus etapas constructivas hasta su ulterior operación, generará tantos empleos para las familias de la región que ya solo por eso valdrá la pena, pero además se busca convertirlo en un importante detonante para una novedosa era del turismo, para generar un atractivo adicional que agregue a nuestras portentosas riquezas naturales y nuestras maravillas ecológicas y arqueológicas un turismo distinto al de meramente sol y playa, que en el conjunto de destinos es ya de por sí el más exitoso del continente, compitiendo en igualdad con los mejores del mundo.
A los empleos, entonces, hay que agregar un enriquecimiento notable de la oferta de atractivos que traerán beneficios a los empresarios actuales y permitirán la instalación de nuevos, en un esquema que tampoco implica necesariamente la construcción de más centros de hospedaje, que ya parecen rebasar la capacidad medioambiental y de infraestructura con que contamos.

La gobernadora de Quintana Roo Mara Lezama Espinosa ha acogido con particular entusiasmo al Tren Maya, y si de por sí es correligionaria convencida del primer mandatario del país —y no nos referimos a partidos, sino a que es más "pejista" que el Peje— encuentra y señala constantemente, como lo hizo durante la visita presidencial de este fin de semana, grandes coincidencias de las políticas de desarrollo del Gobierno Federal con el que ella encabeza, en particular con el propósito de que la población más vulnerable alcance los beneficios del desarrollo y no, como sucede hasta ahora, este solo sea para un puñado de empresarios.
El presidente de la Asociación de Hoteles de Cancún, Jesús Almaguer Salazar, nos comentó que la rentabilidad del Tren Maya "dependerá de la promoción, pero de los principales destinos turísticos y mercados que lo pueden nutrir de pasajeros y de dar facilidades de visado y acceso al país a esos mercados". Lamentó que hasta ahora ni (el Instituto Nacional de) Migración ni la SRE lo han hecho: solo hay que ver los casos de maltrato a los colombianos y la falta de oficio de la SRE para facilitar el acceso a visas a los brasileños".
Hay cosas importantes que deben cambiar en nuestra visión de la industria turística, para que encajen proyectos tan ambiciosos como el Tren Maya. No creemos que llegue a ser rentable, pero si se eliminaran esas islas añejas de ineptitud de nuestro país para afianzar el turismo y se promueve bien, con sentido y mercados objetivos claros y definidos, el déficit con el Tren Maya será menor y el propósito de traer desarrollo incluyente a las regiones se habrá cumplido, por lo menos en buena parte, para los dos órdenes de gobierno, sobre todo si se suma a los municipios.
HOMÚNCULOS
No se puede negar que fue multitudinaria la asistencia en muchísimas ciudades del país a la manifestación a favor del INE y de rechazo al Plan B de Andrés Manuel López Obrador lanzado para diezmar a los órganos administrativo y al jurisdiccional electorales. Las fotos y vídeos distribuidos ayer, hasta el mareo, dan sobradísima cuenta de ello, por lo menos en el Zócalo de la Ciudad de México, mas la irrefrenable necesidad de mentir de los políticos y los partidos intentó imponer desproporciones inverosímiles; engañar, manipular, como siempre, fue la consigna, y seguramente las patrañas habrán disminuidas las simpatías de los ciudadanos hacia una y otra causa, pero en el caso de la oposición este atentado contra la verdad fue demencial.
Ya había pecado el gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo de muy modesto al minimizar la asistencia a una cifra de 90 mil personas —en las imágenes se veía a una Plaza de la Constitución repleta y, en un video en particular, a la avenida Francisco I. Madero con un contingente impresionante que ya no pudo entrar a la plancha que permitía suponer por lo menos 40 o 50 mil almas más, además de que los reportes coincidían en señalar que las multitudes en esta calle así como en las demás avenidas aledañas, más allá de lo visible, llegaban hasta la alameda central; una "disminución" intencional que tocó los límites de lo comprensible en su calidad de oficialista de la jefa de Gobierno, pero los que sí se volaron la barda fueron los políticos opositores.
Esto reportó El Universal: "El Gobierno de la Ciudad de México estimó en 90 mil los asistentes a la concentración a favor del INE de este domingo.
"El Centro de Orientación Vial de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México informó que a la marcha de este domingo en favor del Instituto Nacional Electoral (INE) asistieron 90 mil personas al Zócalo capitalino. Los organizadores, entre ellos Marko Cortés, del PAN, estimaron 500 mil asistentes".
De este tamaño es el embuste del PAN, que particularmente aunado al PRI desvirtuó mucho del carácter ciudadano de la protesta y, en palabras de la colega Gloria Palma Almendra a través de las redes sociales, "Muy bien por la gente pero lo siento (emoticón) la oradora (Pagés) con ese acento de priista de los años 70-80 me causó casi terror. Ese es el problema: cuando la supuesta oposición sube a la tarima y se muestra, a much@s mexican@s nos da pesadilla (emoticón).
"Y yo sé lo que se defiende. Lo que está en juego. Imagínate las personas que no… (…) si les dicen que esta marcha es de los 'conservadores' para regresar a lo de antes, desde luego que se ofuscan. El discurso es importantísimo. Pero en fin…
"Sí, pero también es un trago amargo que como ciudadano tengas que marchar junto a 'liderazgos' que te recuerdan eso que el presidente, como 'papá', en un país de padres ausentes (lo que influye muchísimo en la masa), dice a diario que es 'el lobo', o para otro sector menos emocional por más informado, que tengas que marchar junto a Frenas y ProVidas, es casi un milagro cívico que están desdeñando por no ver, por no tener, como siempre, sensibilidad, por ese desdén que fue mayúsculo antes hacia el pueblo, al que, aunque lo jodan, ahora le llaman 'pueblo sabio y bueno' (…) Son las formas, aunque en el fondo todos puede que sean iguales".
En el mismo grupo, Mario Villanueva Madrid, gobernador de Quintana Roo en los años del priismo "que da miedo", recordó estos datos, desde dentro que coinciden con los más serios que el que teclea ha podido recabar a los largo de los años, sobre todo en los muchos que le tocó vivir y participar en política en la Ciudad de México:
"Recuerdo que en eventos organizados para el presidente Echeverría, y también para López Portillo, cuando se llenaba el zócalo, el PRI y el gobierno decían que se había reunido un millón de personas. Me falla la memoria respecto a la fecha, pero alguien mandó a hacer un análisis considerando los metros cuadrados disponibles y el número de personas por metro, y creo que llegaron a la conclusión de que cuando mucho habrían poco más de cien mil. Sólo el zócalo, sin contar los asistentes en las calles, que he visto, en el video de hoy, (…) que hay muchos.
"Espero que mi memoria no esté mal respecto al número, lo que es relativamente fácil de calcular". Podemos asegurar que tiene muy buena memoria.
Mintió Sheinbaum, aunque "poquito". Mintió el impresentable panista Marco Cortés Mendoza, ¡y muchísimo!, y el palurdo segundo a a bordo de la gobernante capitalina, el palurdo y siempre estólido secretario de gobierno capitalino Martí Batres Guadarrama, esta vez y no abrió la boca, pues en la marcha anterior de "El INE no se toca" se atrevió a intentar engañar a la gente al decir que, cuando mucho, se hicieron presentes ¡entre 10 y 12 mil personas!
No se sorprendan, porque no tienen límites: respecto a la marcha de desagravio acarreado de López, después de la de la anterior para la defensa del INE, Sheinbaum tuvo el increíble cinismo de "informar" que asistieron ¡¡¡1.2 millones de personas!!!
Estos no tienen límite en ese impostura y falsedad.
GRILLOGRAMA
¡Yo defiendo la patraña…!
Pobre, pobre ciudadano
Con sus afanes perdidos
Entre tantos fementidos
Politicastros enanos
columnacafenegro@gmail.com
EN CHETUMAL...







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