Hunde a México ideología sanitaria
(COLUMNA EN NOVEDADES). El pasado domingo un médico de Playa del Carmen (cuyo nombre omitimos en virtud de una añeja amistad que no estamos seguros de que a partir de hoy perviva; esperamos que sí), muy conocido y apreciado en la comunidad, y poseedor de un extenso y positivamente valorado desempeño en el servicio público de Quintana Roo –fue incluso titular de la Secretaría Estatal de Salud–, nos sorprendió este domingo con una publicación en Facebook de una fotografía en la que aparece en una calle a la que fue a trotar. El doctor preconiza ahí los múltiples beneficios del ejercicio físico para la salud, ¡pero invita a la gente a salir a la calle justo en un día en que para no variar se rompieron récords de contagio por el virus covid-19 en México, particularmente en el estado!
El doctor del que hablamos es un hombre bueno, todo el tiempo entregado a servir al pueblo, con el que siempre ha estado identificado y en especial con los más pobres, especialmente por sus profundas raíces mayas en Felipe Carrillo Puerto, por lo que la gente lo respeta mucho como líder comunitario, sobre todo la de menor nivel educativo, por ser normalmente la más necesitada no solo de apoyo, sino de guía y consejo, así que ante un ritmo de contagio del coronavirus que en vez de ceder aumenta por la falta de atención de la población a las medidas sanitarias y las precauciones del caso, la invitación del facultativo a salir alegremente a las calles para estar en forma y saludables –casi todos los ejercicios equivalentes a la carrera se pueden hacer en casa– nos parece un despropósito casquivano.
¿Por qué entonces el reconocido galeno incita a la gente a exponerse innecesariamente en la etapa más peligrosa de la pandemia? Pues simplemente porque es seguidor incondicional del presidente Andrés Manuel López Obrador, que en el devenir de la presente crisis varias veces ha minimizado los riesgos y ha expresado embajadas tales como que los que se identifican con las archiconocidas consignas de la llamada Cuarta Transformación Republicana –o quienes llevan en la cartera estampitas de santos y toda suerte de amuletos– no pueden enfermarse, permeando la idea entre su enorme cantidad de seguidores –la mayoría pobres e ignorantes– de que se trata de un mal de fifís.
Quien también fuera un reconocido oficial mayor del gobierno estatal, al invitar a la gente a salir confiadamente a las calles, escribió textualmente: “(…) en esta nueva era del mundo que iniciamos, no tengas miedo, solo prepárate mejor y enfrentar (sic) lo que venga con ejercicios y una mejor actitud en lo que consumas todos los días (VIT C. y VIT A (sic)”, y se despidió de los lectores de la red social con “besos y abrazos” marca López, esos que no le sirvieron al mandatario para contener a la pandemia ni, por cierto, para erradicar al crimen organizado. Por su escritura nuestro amigo –o examigo a partir de ahora, nos tememos– deja claro que no es precisamente un Alfonso Reyes de la prosa, pero lo que importa es que está menoscabando su capacidad médico-científica, la cual, nos consta, tiene de sobra, solo por casar plenamente con las excentricidades del presidente, que ignora todo en cuanto a salubridad y suple esas nociones con su muy particular ideología. Ya saben: tema de ricos rapaces contra pobres buenos.
Entre los comentarios a la publicación del médico –en los que, huelga decir, sus seguidores nos dejaron como palo de perico– pusimos el enlace a una nota de difusión internacional que trata del regaño que un alto funcionario de la Organización Mundial de la Salud, Mike Ryan, quien llamó hace un par de semanas a los líderes en América a enviar “mensajes consistentes desde el gobierno nacional y subnacional”, luego de la declaración de Andrés Manuel López de superar los miedos y salir del confinamiento.
“Creo que estamos viendo alrededor del mundo que nuestros ciudadanos se confunden mucho si ellos perciben, escuchan diferentes mensajes de diferentes partes del sistema y nosotros realmente necesitamos alinear el mensaje", dijo Mike Ryan, encargado de emergencias de la OMS.
El gobernador Carlos Joaquín González ha lanzado dos mensajes cruciales para el futuro inmediato de los quintanarroenses, cuya economía y estado de ánimo están severamente afectados por tres meses de cuarentena apenas terminados de manera parcial con el reciente establecimiento del semáforo naranja, primero en el norte turístico y después en el sur, al que pertenece la capital Chetumal. Por un lado, explicó que es necesario comenzar a reactivar la economía retomando parcialemente las actividades productivas, pero dado que estamos en estas semanas en la parte más intensa de contagios esto debe hacerse con las máximas precauciones. ¡La gente salió festiva a pasear con sus niños y abuelos!, en la mayoría de los casos sin protección alguna, y el ritmo de contagios evidentemente se vio afectado, sin disminución en el norte y con notable aumento en el sur.
El segundo mensaje fue una advertencia: si no se toma conciencia de las medidas sanitarias –entre las que se incluye evitar salir si no es necesario o solo para las actividades productivas reactivadas, Chetumal y las poblaciones de la zona sur volverán pronto a estar bajo la ominosa luz roja del semáforo sanitario.
No: invitar a salir a disfrutar de las bellas mañanas caribeñas para tener mens sana in corpore sano, como pretende el buen doctor, no es, por ahora, ninguna buena idea.
LA DICHA INICUA…
Ave de tempestades, Haidé Serrano Soto fue cesada de su cargo de directora de la Cordiación General de Comunicación del Gobierno de Quintana Roo. No estamos en condiciones de confirmar si su salida se debió a un supuesto mal manejo de la información sobre la presente emergencia sanitaria o por el ascenso político previsto para su sucesor. De cualquier manera, en estos cuatro años de esjercicio formal e informal del cargo fue siempre muy vulnerable, a veces por razones coyunturales.
Medios de comunicación –pricipalmente los menos tradicionales y mayoritariamente ofrecidos a través de internet, lo que no obsta para reconocer la calidad de algunos– colegas confiables al igual que otros que no lo son tanto, compañeros del equipo del gobernador Joaquín e incluso subalternos inconfomes al interior de su propio despacho, fueron prolijos en quejas y denuncias, lo que eso desde luego no puede ser acallado por aquello de que cuando el río suena…
Salvo una indiscreción cibernética que le costó a quien redacta estas líneas valiosísimas amistades, por haber sido revelada arteramente maliciosamente y fuera de contexto, de la cual no tenemos certeza de que haya sido obra de Serrano o de alguno sus muchachitos, nuestra experiencia personal arroja un reporte de no complaint, con respeto, atención y respuesta generalmente puntual a nuestros requerimientos informativos, pues si bien es claro para el gremio que tal vez no le apoden “Honey” Serrano, en particular para nosotros sale una funcionaria que cumplió, sin profusión de dulzura, cierto, pero sí con respetuosa amabilidad, con nuestras expectativas. Puede ser –no lo sabemos– que una amistad algunos tiempos más añeja que el sexenio nos haya favorecido. Bienaventuranzas.
Del relevo, Carlos Orvañanos Rea, poco hay que decir: si cumple con las expectativas que provoca su relumbrante currículo, las cosas deben caminar muy bien. No muchas veces las credenciales indican el resultado, pero si permiten razonables buenas expectativas.
Como veo doy.
HOMÚNCULOS
El amable doctor, quien ciertamente posee –y presume también– un envidiable aspecto físico, poco común en personas de mediados de su sexta década– respondió a nuestro comentario adverso a su exhortación tildándonos de ignotantes y, en cuanto periodistas, cuyo trabajo en parte es necesariamente sedentario por su naturaleza –no se puede redactar trotando ni haciendo jogging–, de ser improductivos por no salir a sudar el bofe y a acrecentar el ritmo de contagios de infecciones sin una verdadera necesidad y menos por una urgencia. Con su muy particular sintaxis –seguramente en las escuelas de medicina no hay clases de redacción; no lo culpamos–, publicó:
“(…) no me extraña que por tu ignorancia critiques tampoco que antes de ver la forma de hacer ejercicios tu óptica solo vea lo negativo; no lo digo solo por contradecirte sino para aclararte que si sólo te sientas frente a tu computadora con tu cafecito y a criticar serás de los últimos que puedan ser productivos en esta sociedad; para caminar o correr hay reglas en estos tiempos si tu los ignoras no te culpo se que criticar llama la atención pero amigo Oscar hazlo con conocimiento de causa. Te aseguro que quien camina o hace ejercicios al aire libre estará más sano que aquel que se reúne con sus amigos en una mesa tratando de componer el mundo negativamente. Cuando gustes lo discutimos. Si me interesa la salud de la gente con las reglas correspondientes (sic, sic y recontrasic)”.
Ya lo dijimos: el “amable” doctorcito (pruebas arriba), al igual que su inspirador gurú López, pretende saber más que la mismísima OMS de la ONU, máxima autoridad universal en estos temas.
Nadie pone en duda que el ejercicicio contribuye de manera importante al mejoramiento de la salud de las personas y muy probablemente a la puesta en punto de su sistema inmunológico, pero con absoluta seguridad instar a las personas a salir a la calle para ponerse en forma contra las advertencias de todos los expertos –perdón doctor: por alguna misteriosa razón les creemos más que a usted y su jefe López–, abona al crecimiento y prolongación de la desazón que ha significado para Quintana Roo, México y el mundo de esta mosntruosa crisis sanitaria.
Seguros, totalmente seguros estamos de que los muchos amigos del buen doctor reprobarán lo que aquí escribimos pero, amén de que no nos dedicamos a esto para caer bien, les ofrecemos este corolario desprendido naturalmente de esa perniciosa actitud: así como Andrés Manuel López les dice fúchila, guácala y caca a los violentos delicuentes organizados para que no los regañen sus mamis por portarse mal y usa cromos de santitos que carga en la cartera para espantar al covid-19, nuestro popular galeno lanza tácitamente esta consigna: no hay que seguir las recomendaciones de evitar salir a la calle si no es indispensable por emergencia o productividad, y le dice al infausto virus “mira, mira patógeno del demonio –es también a pesar de ser supuestamente científico muy creyente, rayano en el fervor fanático, por cierto–; con este galán fortachón y guapo otoñal ni te metas… ¡fuchi, caca!
Lo peor es que, como se vio en en Facebook, la gente, en la medida de su ignorancia generalizada, le va a hacer caso, le apoyará y pondrá su granito de arena para que esta pesadilla se prolongue.
Vergonzosa irresponsabilidad.
GRILLOGRAMA
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