Magnates venden caro su amor
Amén de un sinnúmero de demandas y quejas permanentes de los usuarios, la concesionaria de agua potable y saneamiento Aguakan que opera en Cancún, Isla Mujeres y Playa del Carmen ha enfrentado en los últimos años la amenaza de los gobiernos locales a la que se sumó la promesa de Andrés Manuel López Obrador de operar la revocación de sus concesiones, pero estos rasgos de fragilidad podrían desaparecer gracias a una operación al más alto nivel empresarial y gubernamental, aprovechando la crisis económica derivada de la sanitaria por el Covid-19.
Después de que el domingo 5 anunciara un extremadamente huero plan de reactivación económica, el presidente no tuvo empacho en señalar que las medidas anunciadas cuentan con el respaldo de los tres magnates más prominentes de México: Carlos Slim Helú (que por efecto de la pandemia acaba de caer del puesto cinco al 12 de la lista de los hombres más acaudalados del mundo, pero cuya principal compañía emblema, América Móvil –Telcel–, se mantiene firme en la lista global Forbes 500), Germán Larrea Mota Velasco (Grupo México) y Germán Baillères González (Grupo Bal).
Es cierto que los tres multimillonarios participan en no pocas iniciativas de caridad, pero antes que nada son empresarios y es obvio que para ser los más importantes de México no deben adolecer de falta de ambición ni mucho menos. Por supuesto que saben de negocios y economía, y si apoyan la abstrusa estrategia de López para la recuperación no solo es porque sus consorcios y empresas son tan grandes que pueden resistir la crisis, sino porque tienen importantes intereses que, si son apoyados por el presidente, a la vuelta de los años apuntalarán sus ingentes fortunas. Por lo menos dos de estos están total o parcialmente en Quintana Roo.
Baillères, verbigracia, encabeza el Grupo Bal que, además de El Palacio de Hierro y GNP Seguros, es dueño de la máxima productora mundial de plata Compañía Minera Peñoles que opera en Torreón, en donde enfrenta demandas por muchos daños ambientales y afectaciones a la salud de la población que no han prosperado por la omisión de las autoridades federales, para lo cual el apoyo del presidente es fundamental, pero la buena relación con Andrés Manuel López sería muy útil para otro fin empresarial de su grupo: es dueño de la cuestionada concesionaria Aguakán (Desarrollos Hidráulicos de Cancún) que han atacado los gobiernos municipales de Benito Juárez y Solidaridad. Le convendría sin duda que el mandatario se “olvidara” de su apoyo a la revocación de las concesiones y, por el contrario, “recomendara” a sus correligionarias alcaldesas dejar el asunto.
En otro tema que toca a Quintana Roo, Carlos Slim, que no llegó a ser por varios años el hombre más rico del orbe precisamente por su audacia, ya anunció su interés en la construcción del Tren Maya, que será sometido a licitación, pero se sabe bien lo que significa en México el apoyo de un presidente, y más del todavía muy popular y dominante –por más que haya caído en todas las mediciones demoscópicas de aprobación– André Manuel López Obrador; los intereses empresariales del emprendedor de origen libanés son muchos y diversos, así que ni siquiera imaginamos hacia dónde futuriza al apuntalarlo.
Por último –y esto ya no tiene que ver con nuestro estado– el Grupo México de Germán Larrea, el más grande del país en minería, que también enfrenta demandas y fuerte rechazo social desde el colapso de la mina en Pasta de Conchos, del desastre ecológico en los ríos Bacanuchi y Sonora en 2014 así como del derrame de tres mil litros de ácido sulfúrico en el Mar de Cortés en 2019, temas en los cuales quisiera seguir contando con la actitud omisa del gobierno, pues de los anteriores ya la tuvo, tiene otro negocito, muy importante para consorcio: el petrolero, que trabaja a través de sus subsidiarias Perforadora México y Grupo Mexicano de Energía; cuenta con dos plataformas modulares y cinco elevables que renta para la extracción de hidrocarburos. No es necesario decir cuál es su mejor clinte ni de que pata cojea Andrés López cuando de visión de desarrollo industrial del país dse trata: todo es petróleo y solo petróleo.
Hay que aclarar: los tres holdings aludidos cuentan con una inmensa plantilla laboral que en estos momentos difíciles México requiere mantener incólume y, por su poderío, tienen la singular capacidad de mantener muchas partes de nuestra economía a flote. Tampoco se puede negar la intensa capacidad altruista de estos emprendedores.
Es necesario por igual observar que, si bien criticamos muchas cosas del presidente López, además de su auténtico interés por apoyar –a su manera– a la población más necesitada, sí creemos que es por lo menos mucho más honesto que los presidentes que lo precedieron, pero nos es difícil caer en la inocentada de suponer que los magnates de esta historia no tienen ningún interés económico en pronunciarse a contrapelo de toda la clase empresarial en el tema económico y apoyar al plan presidencial.
Es que, es bien sabido, nunca dan paso sin huarache.
HOMÚNCULOS
México experimentó en el primer año del gobierno de López Obrador un retroceso del Producto Interno Bruto de una décima de punto porcentual, dejando de crecer por primera vez en una década, cuando en 2009 el mundo entero entró en crisis económica por el colapso del mercado inmobiliario de Estados Unidos.
Del colapso global que provocará la pandemia del Covid-19 se esperan aun peores resultados de los países.
La directora del Fondo Monetario Internacional Kristalina Georgieva, que estimaba un crecimiento del ingreso per cápita de 170 países, por los estragos que se prevé causará el coronavirus de Wuhan, ahora diagnostica que este indicador será negativo en 160 economías. Un escenario que no se vivía desde la Gran Depresión de los años 30 del siglo pasado. Y nuestro país, por sus equívocas decisiones económicas, estará en la cola de esa lista de naciones siniestradas con uno de los peores desempeños.
Antes de la expansión de la enfermedad el pronóstico para México por las políticas –o no-políticas– económicas que sostiene tercamente nuestro gobierno nacional contra la opinión de todos los economistas domésticos y extranjeros era ya bastante sombrío; ahora se espera una catástrofe económica, pues como se ha visto el presidente López sigue desestimando las voces de alerta de todos los organismos y cámaras empresariales.
Seguramente no tomará en cuenta que la directora del FMI –en donde México tiene lo que se llama Línea de Crédito Flexible, prácticamente sin condiciones y con acceso inmediato, de poco más de 60 mil millones de dólares, pero que México ha insistido en que no va a usar, pase lo que pase– dijo que para una recuperación efectiva será necesario proteger a las personas, pero también “a las empresas afectadas con medidas fiscales y financieras oportunas y específicas”, que ya sabemos que el gobernante mexicano rechazó tajantemente aplicar.
Los empresarios, que no son hermanitas de la Caridad, sin acciones gubernamentales como las mencionadas no podrán soportar por mucho tiempo gastos fijos mayores a sus ingresos, despedirán a más trabajadores (desde que estalló la crisis sanitaria ya se perdieron casi 350 mil empleos) o de plano cerrarán.
Si no cambia radicalmente su postura, López nos llevará a una situación de quiebra nacional y de catástrofe social.
GRILLOGRAMA
Neciecillo, él...
Ni siquiera disimula
López, por lo que viene
Demostrando que sí tiene
Mentalidad de una mula
columnacafenegro@gmail.com