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Quintana Roo en el presupuesto



(COLUMNA EN NOVEDADES). Lo normal es que los estados celebren el crecimiento de las participaciones federales (Ramo 28) más que las aportaciones, porque las primeras no están etiquetadas y son para el uso discrecional de los gobiernos locales, bajo su propia normativa, mientras que las segundas están previamente asignadas a programas específicos (Ramo 33). De tal suerte, tenemos que Quintana Roo fue el estado al que, con mucho, más se le incrementaron las participaciones, al tiempo que vio reducirse las aportaciones de manera más dramática que ninguna otra entidad federativa.

En cuanto a las participaciones federales, que son los recursos captados vía hacendaria que se reintegran a los estados por la pérdida histórica de prerrogativas fiscales a favor de la federación, Quintana Roo crece para el 2020, con respecto al presupuesto de este año, 1.3 %, seguido de muy lejos por Oaxaca con 0.5%, Aguascalientes con 0.4%, Puebla con la misma tasa y Nuevo León con 0.3 por ciento. A la baja, el estado más castigado es Campeche con -7.3, seguido de Tabasco -3.1, Durango -2.8, Chiapas -2.1 y Nayarit -1.9.

Esta aparente ventaja de Quintana Roo, que de por sí tampoco es espectacular si no la comparamos con otros estados y tomamos en cuenta el crecimiento demográfico de la entidad, bien pudiera deberse a un factor: el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha sacado compromisos tácitos y expresos al de Carlos Joaquín González para invertir en la infraestructura local del Tren Maya con el argumento –que puede ser cierto, no lo dudamos– de que será en las estaciones a lo largo de la ruta donde el movimiento de personas incida de inmediato en las economías de los poblados, los municipios y el estado, pero es muy probable que esa determinación favorable del presupuesto de libre ejercicio en realidad ya esté más que comprometida para el proyecto estrella del presidente, que seguramente devorará con creces la aparente mejora.

Pero hay algo más y todavía peor: en lo que se refiere a las aportaciones federales del ramo 33 que se destinan a programas específicos de educación básica y normal, salud, combate a la pobreza, asistencia social, infraestructura educativa, fortalecimiento de las entidades y los municipios, seguridad pública, educación tecnológica y de adultos,todos de gran impacto social –e ineludible necesidad de ser atendidos–, el presupuesto que tuvo a bien aprobar la Cámara de Diputados golpea a Quintana Roo con una reducción de 6.2%, mucho mayor que la que fue infligida a cualquier otra entidad federativa, a pesar de que la única que no fue castigada fue la Ciudad de México, que crece en 1.0%, mientras que los que menos disminuyen son Tabasco con -2.0%, Oaxaca con -2.4 %, Chiapas 2.7% y Nayarit 2.8%. A Quintana Roo acompañan en sus pesares Colima con -5.7%, Nayarit con -5.5% y Baja California Sur con la misma reducción; sintomático: se trata de los principales destinos turísticos del país, con problemáticas similares y cuya principal actividad económica ha sido sistemáticamente golpeada en lo que va de la administración López, como si el turismo fuera algo “fifí” y neoliberal.

¿Qué va a suceder con el Ramo 33 correspondiente a las aportaciones federales del presupuesto? El gobierno estatal, con recursos propios no federalizados –no es que los provenientes de la federación no lo sean, pues no se trata de una graciosa donación del gobierno central, sino que corresponden a lo establecido por la Ley de Coordinación Fiscal–, tendrá que actuar supletoriamente para atender las carencias que aquejan a la población en estos rubros, que constatamos a diario a través de las noticias y los comentarios en las redes sociales.

No se crea nada, lector si le vienen a hablar de mejoras o siquiera de sostenimiento del statu quo del año que terminará apenas en cinco semanas y media. Quintana Roo, por el éxito aun sostenido de su industria turística, su crecimiento económico y su primacía en generación de empleos, puede defenderse mucho mejor que otros estados, pero en general el panorama es desolador.


LA DICHA INICUA…

Luis Alegre Salazar tiene notables fortalezas propias como para aspirar al más alto cargo político de su estado, pero la influencia de su entorno familiar y empresarial implica una adicional, que bien pudiera ser decisiva.

Dado que desde hace muchos años formamos parte, por modesta que sea, de uno de los más exitosos proyectos de comunicación del Caribe mexicano, Radio Turquesa, nos sumamos a los festejos de la comunidad de colaboradores y a los parabienes para su líder, el empresario Gastón Alegre López.

Fue el mismo propietario de Grupo Turquesa quien nos invitó a colaborar con un comentario editorial semanal desde mediados de la década pasada, cuando por cierto fue diputado independiente de la XI Legislatura del Congreso del estado, y seguimos contactando cada martes a las 8:00 horas –inusualmente puntual la producción, lo que en las muchas estaciones de radio en las que hemos participado pocas veces experimentamos– a la amplísima audiencia de Informativo Turquesa.

Sin embargo, la esfera de acción e influencia del abogado Gastón Alegre rebasa con mucho el mundo de la comunicación electrónica, que ha sido también plataforma para una intensa actividad social y política. Ya hemos dicho que fue diputado, pero antes, en tiempos del omnipotente PRI, fue candidato a gobernador por el PRD (1999), obteniendo el 34.8 por ciento de los votos, proporción que la poderosa maquinaria tricolor apenas pudo rebasar por un poco menos de ocho puntos porcentuales para la cosecha de Joaquín Hendricks Díaz, antepenúltimo gobernador de la invicta dinastía caribeña del partido fundado por Plutarco Elías Calles.

El también empresario hotelero –el presidente López Obrador suele pernoctar en sus centros de hospedaje durante sus giras por el oriente de la Península de Yucatán, ya que ambos personajes sostienen una añeja amistad– también es consejero ciudadano del Consejo de la Judicatura del Poder Judicial de Quintana Roo, cargo obtenido gracias a su respetuosa e institucional relación con todos los actores políticos y económicos del estado, lo que lo hace, amén de un excelente empresario y administrador –incorruptible por su éxito económico– un hombre de justicia.

Conocido como don Gastón, Alegre López no tuvo uno de esos hijos de quienes sus padres se preguntan qué diablos hacer con él. Luis alegre ha desarrollado una trayectoria notable en la iniciativa privada –dentro y fuera del poderoso Grupo Turquesa, en el que llegó a la Dirección General– y su carrera política se vincula sólidamente con el surgimiento del Morena, partido fundado por el presidente del país y que es hegemónico a nivel federal, en varias entidades federativas y apunta para extender sus dominios en estados, municipios y legislaturas locales –poder en el que por cierto ya domina en Quintana Roo– en las elecciones del ya muy próximo año 2020.

No solo en la votación por la última legislatura local el Morena estableció su predominio: en coincidencia con la elección presidencial la coalición encabezada por el más joven de los partidos, amén del triunfo de su aliado fáctico PT en Lázaro Cárdenas, ganó los ayuntamientos quintanarroenses de Othón P. Blanco, Solidaridad y Benito Juárez, que concentra a más de la mitad de la población del estado (Cancún) y es con mucho el económicamente más importante por ser el más prominente destino turístico de México y quizá de América Latina.

Fue María Elena Lezama Espinosa, la popular locutora “Mara”, quien arrasó con la votación en Cancún. En este caso, todo mundo sabe quién es la presidenta municipal de Benito Juárez, pues desarrolló una exitosísima carrera como comunicadora al frente de programas de atención ciudadana, denuncia y hasta de sociedad “cancuniqué” que llegaron incluso a la televisión. La voz de Mara, a lo largo de los años, sonó intensivamente además en los anuncios publicitarios de la estación.

Sin pretender restarle uno solo de sus méritos personales, Mara Lezama sin duda experimentó como crucial en su aventura política la plataforma de Radio Turquesa y el apuntalamiento de don Gastón.

Luis Alegre, hijo del abogado, empresario, político y funcionario judicial pudiera estar en el camino de una situación similar a la del ayuntamiento Benito Juárez, pero rumbo a la sucesión en el gobierno estatal. Por iniciativa propia, el diputado federal ya se placeó por todo el estado presentando una loable edición en maya de la Constitución de Quintana Roo, y en la cámara baja preside la Comisión de Turismo, que es el “mero mole” de la economía quintanarroense.

Plataforma envidiable; si el ingeniero Alegre sigue haciendo bien las cosas, no cabe duda que será muy competitivo, pues está fuertemente comprometido con el partido que hoy por hoy ofrece las mayores posibilidades de triunfo, del que fue delegado en Valladolid, Yucatán, y cuenta con un sólido aprecio por parte del mandamás del Morena que sí, es cierto que quiere a la cíngara Marybel Villegas Canché y a la popular Mara, pero ambas morenistas harán bien en tomar muy en serio al serio aspirante Alegre y sus plataformas competitivas, que son el emporio familiar de comunicación y la intensa relación de su padre y de él mismo con el mero mero.


HOMÚNCULOS

Ya lo vimos en recientes semanas: Marybel Villegas, si bien puede ser estimada por el mandatario López, pues es una cantera de votos, ya no está tan en el ánimo ni es consentida del tlatoani. En la última visita al estado de López, para un diálogo con indígenas en Felipe Carrillo Puerto, a pesar de su lastimera insistencia no solo no fue invitada a subir al templete, sino que prácticamente tuvo que ser jalada de su abundante cabellera por un elemento de logística para hacerla sentarse en gayola.

Bueno: eso nos parece, pero de lo que de plano no tenemos duda es de que en uno de los emporios de la comunicación electrónica más importantes de Quintana Roo, el más popular acaso, todo quedará en familia.


GRILLOGRAMA

Dinastía mediática…


Por quién será el mero capi

Y del Peje candidato

No me lo pienso ni un rato

¡Como tampoco su papi!


columnacafenegro@gmail.com


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