Quien decide la rectoría
El primer movimiento de alto nivel en el gabinete de Carlos Joaquín González –comentábamos aquí que seguramente los haría después de las elecciones y tal vez antes de su informe de gobierno– se dio al más alto nivel. La coyuntura propicia para que el recambio se diera de manera aterciopelada fue la coincidencia con el término del periodo de Ángel Rivero Palomo como rector de la Universidad de Quintanar Roo, quien al enfrentar duras oposiciones –no todas, pero sí muchas espurias, propiciadas por las mafias internas empozadas en la academia y algunos que creen equivocadamente que la máxima casa de estudios ya es autónoma– decidió no buscar seguir en el cargo o acaso no contó con la bendición.
La salida de Francisco López Mena de la Secretaría de Gobierno pudo ser planteada entonces como debida a la aspiración del abogado de buscar la rectoría de la Uqroo y no como un despido, amén de que se dio en buenos términos, no por desavenencias o pleitos en los corrillos palaciegos. El lunes hablaremos de su muy bien ponderado sucesor Arturo Contreras Castillo.
Hemos leído incontables libelos que acusan al gobernador de intervenir en la vida de la Uqroo y que la postulación de López Mena es una prueba de ello. Lo increíble es que se trata de estudiantes y ¡académicos! de la propia institución –por lo menos uno de los quejumbrosos desde siempre ha aspirado a ser rector– que ignoran o fingen desconocer la legislación que la rige. ¿De veras no saben como funciona la designación –que no elección– de un rector? Aquí tienen parte de la Ley Orgánica:
El artículo 9 dice a la letra: “De los miembros de la Junta Directiva, siete serán designados por el Gobernador del Estado; los otros cuatro, serán designados por el Consejo Universitario entre los integrantes del personal académico definitivo de tiempo completo de la Universidad…”. Por otra parte, el artículo 11, reza: (Corresponde a la Junta Directiva) “I. Nombrar al Rector, resolver acerca de su renuncia o licencia, y (sic) removerlo por falta grave y justificada que la Junta apreciará discrecionalmente”.
A pesar de las palurdas acusaciones en las redes sociales y hasta en publicaciones formales que insisten en que al rector lo deben elegir los propios universitarios, acaso a través del Consejo, la designación del rector es potestad única y exclusiva de la Junta. Con un mínimo razonamiento y tomando en cuenta que siete de los 11 miembros de dicho máximo órgano de gobierno son designados directamente por el gobernador –solo cuatro se presume que son académicos–, es claro que el titular del Poder Ejecutivo estatal no tiene la menor necesidad de meter mano negra en el proceso. Verdad fáctica
Si es voluntad del gobernador, por menos autoritario que sea –no lo es, de hecho– López Mena será rector, con todas las de la ley. Entre las barrabasadas que leímos en la semana, por ahí comentaba alguna reportera que la rectoría era un “hueso” para el exsecretario de gobierno; nada de eso: es uno de los máximos honores a los que puede aspirar un quintanarroense, aparte de que el susodicho es desde hace años titular de una notaría pública muy acreditada, ocupación de muy pingües ganancias económicas –incomparables a los muy normales sueldos de secretario de Gobierno o rector– que hacen que al desempeñarse en el servicio público en realidad esté perdiendo mucho más dinero que el que gana. Para él en realidad son cargos ad honorem.
Claro que tampoco sabemos quién será el "afortunado"; ni siquiera si el gobernador habrá decidido intervenir o no. Creemos que el natural transigente de López Mena –muchos lo acusan incluso de ser pasivo– pudiera ser un rasgo beneficioso para desenmarañar los intríngulis más propios de camorras que de académicos, que sin duda se agudizarán tras la selección –que no elección, insistimos– del próximo rector, sea cual fuere el ungido..
Algún día la Uqroo será autónoma y se autogobernará; tendrá rectores surgidos de la misma casa de estudios, y la voluntad de los alumnos y académicos contará mucho más, pero dura lex sed lex: ese día no es hoy.
GRILLOGRAMA
Triste realidad...
Les diré, con su perdón
Por la autonomía que imploran
Eso básico que ignoran:
Siguen teniendo un patrón
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