Abandono federal en seguridad
Ya se acumulan muchos rubros afectados por los recortes del gobierno de Andrés Manuel López Obrador a dependencias cruciales y a los estados, pues sus programas sociales –netamente populistas– demandan una enorme cantidad de recursos. Como botón de muestra, en el caso de Quintana Roo ya estamos padeciendo la desaparición del Consejo de Promoción Turística de México para destinar el impuesto de internación no inmigrante al Tren Maya, que día con día parece menos viable, amén de más costoso y aun menos redituable en los plazos mediano y largo: podría costar, en vez de 150, hasta mil 500 millones de pesos.
Sin embargo, esta ausencia presidencial, que Andrés López niega de lunes a viernes, cada mañana, ante reporteros que rara vez lo cuestionan a fondo y solo parecen estar ahí para reírse de sus malos chistoretes, en los estados y este caso en el nuestro, se percibe ya como la desatención al problema que más preocupa a la gente: la inseguridad.
Ayer circuló un análisis que en verdad está para alarmar, en donde se refleja el abrupto desinterés del Poder Ejecutivo por la inseguridad y la violencia. Lo primero que se indica es que la federación recibe el 92 por ciento de los recursos destinados a la seguridad pública, pero el desorden fronterizo y aduanero permite el ingreso cotidiano de una cantidad ingente de armas ilegales que son utilizadas por lo menos en el 90 por ciento de los delitos que perpetra el crimen organizado, amén de que esta falta de control ha permitido recientemente la operación de bandas criminales nuevas: las de colombianos extorsionadores conocidos como “Gota a Gota”, verbigracia.
La desproporción es infamante: los 32 estados del país apenas reciben 4.6 por ciento del presupuesto y los dos mil 457 municipios apenas reciben 2.5 por ciento de esa partida. Si tomamos en cuenta que el presupuesto 2019 consideró una severa reducción de los recursos de las entidades federativas y con frecuencia se aplican más recortes, la indefensión fáctica de los gobiernos locales es total: todos dependen del gobierno federal, que ni siquiera ha sostenido los apoyos anteriores sino que parece abocado a extinguirlos.
El gobierno de México se guía únicamente por los caprichos y obsesiones del presidente. Siendo que no solo el robo de combustibles, sino otros fenómenos más lacerantes como el tráfico de drogas, el de personas, el de indocumentados, los secuestros y las extorsiones son actividades propias del crimen organizado, desde la explosión en Tlahuelilpan, Hidalgo, el combate a la delincuencia se ha vuelto monotemático: el único interés está en la extracción ilegal y hurto de gasolinas.
Como en Quintana Roo no existe una cantidad significativa de oleoductos susceptibles de ser pinchados, un 70 por ciento de los elementos de las fuerzas de seguridad federales han sido retirado, esto luego de que el estado emprendiera la ambiciosa construcción de espacios habitacionales y de servicios para albergarlos, entre Cancún e Isla Mujeres continental. Se trata de 360 hectáreas donadas por el gobierno del estado a la Sedena, que por un desplante del presidente ya no serán habitadas porque decidió abandonar a Quintana Roo.
De nada sirvieron los guiños y apapachos López: nos ve como algo que, para su gobierno, no tiene la menor importancia.
HOMÚNCULOS
Con Marco Antonio Toh Euán la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Quintana Roo, que tuvo momentos bastante destacados desde su creación –con algunos baches, cierto–, de plano ha llegado al sótano de la credibilidad y –sobre todo– de efectividad, lo cual es especialmente lamentable pues se echan para atrás los logros de luchas quijotescas como esta que se emprende contra los avisos de los poderes constitucionales. Cada paso en reversa puede significar décadas de retroceso, pero el actual ombudsman está empeñado en correr el maratón en contra de los logros de los derechos fundamentales. Se ha mostrado como un hombre sistémico, más preocupado en cuidar las espaldas a los funcionarios gubernamentales que en garantizar el cumplimiento del Capítulo I (De los Derechos Humanos y sus Garantías) del Título I de la Constitución General.
En su reciente informe de labores el presidente de la Cdheqroo reveló que fueron apenas 18 las recomendaciones emitidas en el periodo, cuando a través de los medios de comunicación y las redes sociales esa cantidad de violaciones quizá sea la correspondiente no a un año, sino a un solo día en la cotidianidad estatal.
Además, inexplicablemente la mitad se concentra en la circunscripción que atiente la Tercera Visitaduría General, que incluye a Solidaridad, a pesar de que el municipio más grande, poblado y conflictivo del estado es Benito Juárez: en Cancún, precisamente, vive más de la mitad de los pobladores de Quintana Roo.
Es imposible no suponer una carga política en este proceder, pues el municipio de Solidaridad es percibido como hostil al gobierno estatal, mientras que el de Benito Juárez, aunque de la misma extracción partidista, se ha conducido en muy buena coordinación con los otros dos órdenes de gobierno. Othón P. Blanco, donde se asientan los poderes de la entidad y la mayor cantidad de burócratas y autoridades, tuvo apenas una recomendación, lo que quienes nos dedicamos a informar y comentar la vida comunitaria y el desempeño de los jerarcas gubernamentales percibimos como muy poco realista: cotidianamente recibimos las quejas, y seguramente estas suman centenas por año.
Nunca falta alguien más papista que el papa, y no nos atreveríamos a afirmar que el ombudsman estatal está obedeciendo a una línea gubernamental o está cooptado, sino más bien tenemos la impresión de que se trata de ese innato instinto lacayuno que en ese espacio siempre referimos a la anécdota –que es epítome de un síndrome burocrático muy común– del presidente del país que le pregunta a un subalterno “¿qué horas son?”, y éste le responde “las que usted ordene, señor presidente”.
Mientras, la población queda en la indefensión.
GRILLOGRAMA
La voz de su amo…
Mientras estos se hacen patos
Por una razón, quién sabe
Preguntar cabe: ¿a qué sabe
La suela de unos zapatos?
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