Cambios, por la prioritaria seguridad
(COLUMNA EN NOVEDADES). El nuevo fiscal interino de Quintana Roo Gustavo Salas Salgado mencionó en primerísimo término, luego de ser presentado por el gobernador Carlos Joaquín González, los crímenes contra periodistas en su esbozo de agenda en busca de paz y seguridad de los quintanarroenses, Quisimos empezar por mencionar dicha declaración por razones obvias. Por su parte, el ya ungido secretario de Seguridad Pública Jesús Alberto Capella Ibarra dejó claro que instaurará el mando único en coordinación con los 11 municipios del estado; más que su discurso habló por él su perfil curricular –aunque no faltaron en las redes sociales los memoriosos comentarios, muchos con esa insidia que no otorga ni el beneficio de la duda, sobre todo por su desempeño en la administración del rostizado Graco Ramírez Garrido Abreu en Morelos y por no ser policía de carrera–.
No diremos que excelente –ni siquiera bueno, quizá–, pero tan mal trabajo como pareciera no hizo Rodolfo del Ángel Campos al frente de la Secretaría de Seguridad Pública. El policía de carrera que ha ocupado los más altos cargos en el área, tanto a nivel municipal como estatal, logró un importante rescate de la corporación tras el inenarrable siniestro del gobierno precedente, sobre todo en términos, lo que si bien es mérito más de un buen manejo en la Secretaría de Finanzas y Planeación que del interfecto no hubiera podido concretarse y aprovecharse sin su adecuada gestión. Del fiscal general Miguel Ángel Pech Cen pudiera decirse más o menos lo mismo, aunque resulta harto difícil merced la antipatía de la opinión pública que se empeñó en forjar de manera tan minuciosa, casi celosamente.
Responsabilidad por omisión en alguna medida sí tuvo Del Ángel, pero la realidad es que la expansión de la delincuencia organizada, especialmente desde la recaptura de Joaquín el “Chapo” Guzmán Loera –bajo proceso penal en Estados Unidos, a donde fue extraditado, con juicio por iniciar el 5 de noviembre– y dada la encarnizada persecución del más relevante capo activo, Rubén el “Mencho” Oseguera Cervantes, por las policías y las fuerzas armadas, es la causa de que las cifras de ejecuciones se dispararan por lo menos desde la balacera en el “antro” Blue Parrot de Playa del Carmen en enero de 2017 y el asalto armado a la vicefiscalía en Cancún unos pocos días después.
Al todavía fiscal –su relevo entra el lunes– los reporteros y los medios de comunicación le causaban erisipela y taquicardia. No pocas veces fue grosero e intolerante con los comunicadores, a quienes veía con desprecio porque, como ciertamente suele suceder, no entendían a fondo los temas jurídicos que implicaba cada caso, pero el maestro en Derecho, como cualquier funcionario público, estaba obligado a explicarse sin berrinches y entre sus desatinos –no sin omitir un dejo de misoginia: en un desayuno la “rifó” entre artilugios y enseres del oficio a los reporteros de la fuente– defenestró a Luvia Rejón Hernández, la directora de Comunicación Social, que era la única persona que le ayudaba. Fue un mejor jurista de lo que pareció en funciones de fiscal, pero ya es historia y por salió entre el clamor generalizado del respetable.
La dupla de seguridad prevención-procuración era desde luego de las más esperadas para concretar los movimientos que se mencionaron desde las vísperas del informe de gobierno de Carlos Joaquín. En realidad el estado se encuentra a media tabla en indicadores per cápita de violencia e inseguridad del país –ni bien ni mal, “sino todo lo contrario”–, mas el notable incremento delictivo de los últimos dos años genera una percepción de alarma, muchas veces apuntalada por las redes sociales y los medios sensacionalistas, lo que por cierto los competidores de la industria turística quintanarroense y mexicana pregonan de mil amores, pero había consenso en opinar que el gobernador debía empezar con los cambios en su equipo por ahí, y así fue.
HELADA MADRINA
Desde luego los reclamos nativistas por el origen del secretario Alberto Capella no se hicieron esperar –la liviandad con la que los quintanarroenses usamos últimamente la palabra “traición” es impresionante–, aunque cualquiera medianamente informado debería saber que los cargos en el área, sobre todo en momentos de crisis, son consensuados con la Presidencia de la República o por lo menos con las fuerzas armadas; ese fue el caso.
Como dijera ayer el memo actor-stripper que hoy es diputado federal por el Morena Sergio Mayer Bretón al ser nombrado presidente de la Comisión de Cultura, para el cargo no se necesita ser Sócrates –empero un poco de materia gris no estaría de más–, no es fácil para el gobierno de Quintana Roo justificar que el flamante jefe de Seguridad Pública no sea un policía de carrera, pero la perla del telenovelero legislador es esencialmente cierta. Diego Rojas Zapata, uno de los mejores delegados que ha tenido el ISSSTE en Quintana Roo –junto con Cora Amalia Castilla Madrid, en el mismo cargo y caso–, no sabía poner ni un curita.
Al amparo de organizaciones no gubernamentales, desde hace muchos años Capella se especializó en temas de seguridad y delincuencia, y si bien su desempeño tanto en el municipio de Tijuana como en el estado de Morelos fue medio gitano, tormentoso, la valoración de su figura y su dilatado currículum entre los especialistas es altamente positiva. No siempre nos ha ido bien cuando los militares o los marinos nos mandan jefes policiacos –recordemos al legendario general-cantante vernáculo Bibiano Villa Castillo, que se decía nieto del Centauro del Norte–, cierto, pero desde nuestro punto de vista será menester otorgarle el beneficio de la duda al nuevo comandante.
En cuanto al inminente fiscal Gustavo Salas difícilmente los pesimistas y criticones profesionales –cuyo único motivo de felicidad es el fracaso, real o inventado, de los gobiernos– le encuentren mayores peros: más de cinco décadas se ha pasado en labores relacionadas con la justicia penal, en cuyo sistema acusatorio, oral y adversarial es especialista. El vulgo –no sin razones muy válidas– espera que el nuevo abogado del estado meta a los delincuentes a la cárcel a la voz de ya, pero en lo que realmente es su función –investigar y armar expedientes sólidos y apegados a derecho contra los felones, para que los jueces tengan elementos para vincularlos a proceso y eventualmente condenarlos– muestra experiencia y competencias notables.
Por favor, también: el beneficio de la duda para él.
LA DICHA INICUA…
Mañana rendirán protesta los presidentes municipales elegidos el pasado 1 de julio, aunque legalmente serán alcaldes desde el primer instante del 30 de septiembre, momento en que suele transmitirse el mando de Seguridad Pública y las policías municipales.
Por supuesto que para cada habitante la más importante administración municipal es aquella a la que pertenece su comunidad, pero existen, digamos, algunos municipios cuyos cambios de administración serán un poco más “históricos” que otros.
La conocida locutora María Elena “Mara” Lezama Espinosa, quien obtuvo el triunfo más contundente al ganar la ciudad más grande y económicamente importante de Quintana Roo, será emblemática para los proyectos del partido del próximo presidente Andrés Manuel López Obrador, que también colocó a sus candidatos al frente de los otros dos ayuntamientos más relevantes de la entidad: el capitalino de Othón P, Blanco con el caballero Hernán Pastrana Pastrana y el pujante de Solidaridad con Laura Beristain Navarrete, que se impuso en cruenta batalla a la aún primera edil Cristina Torres Gómez.
Muy destacado en términos políticos será el gobierno de Pedro Joaquín Delbouis, que junto con Juan Soberanis será la natural cabeza de playa del alicaído priismo local.Por primea vez en la historia asumirán el cargo mañana tres presidentes municipales reelegidos: Laura Fernández Piña, en Puerto Morelos; Alexander Zetina Aguiluz, en Bacalar, y Juan Carrillo Soberanis, en Isla Mujeres. No hay que darle muchas vueltas: esto no puede significar más que hicieron un buen trabajo en los dos años precedentes o que así lo percibió el electorado, pues las condiciones político-electorales eran retadoras.
El resto de la nómina que mañana se presentará bien bañadita y peinadita a la jura constitucional como munícipes la integran José “Chac Meex” Esquivel Vargas, en Felipe Carrillo Puerto; Sofía Alcocer Alcocer en José María Morelos, Nivardo Mena Villanueva en Lázaro Cárdenas, y Víctor Maas Tah, en Tulum.
Porque el bienestar de sus gobernados en mucho dependerá de ello, a los 11 alcaldes de este Quintana Roo tan plural les deseamos éxito.
HOMÚNCULOS
Ayer, desde temprano, circuló en internet una nueva carta de Mario Villanueva Madrid, esta vez dirigida al presidente electo Andrés López. El gobernador quintanarroense de 1993 a 1999 es dueño de una buena pluma y, como es sabido, de los corazones de muchos quintanarroenses, en particular –aunque no únicamente– de los habitan el sur, así que, como suele suceder, conmovió mucho a los chetumaleños, aunque creemos que esto se debió más a la reiteración, ahora a los ojos del próximo titular del Poder Ejecutivo de México, de una historia que de una trama judicial internacional se ha tornado en un drama de abusos y sufrimientos innecesarios e inmerecidos por un hombre mayor y enfermo.
Si los dedos de una mano del de la pluma bastan para contar los años que pasará en prisión el bellaco exgobernador de Veracruz Javier Duarte Ochoa, es imposible entender tanta saña, heredada a sus sucesores por Ernesto Zedillo Ponce de León, contra un hombre que osó rebelársele.
Esto lo escribimos lejos de las pasiones: afectos y odios, filias y fobias, así el tema hace mucho que dejó de ser si el ingeniero era autoritario o compasivo –acaso era ambas cosas, al extremo– o si realmente fue culpable de los delitos que le imputaron. Lo cierto es que incluso en el escenario de mayor culpabilidad ya habría compurgado mucho más que lo justo y ahora mismo debería estar en su casa, rodeado de sus seres queridos.
De tal suerte –muy mala la de Mario Villanueva, desde finales de 1999– que el 2 de diciembre se enciende otra veladora al pie de la efigie de san Judas Tadeo, pues acaso López Obrador quiera tomar en cuenta las inhumanas condiciones con las que se castiga al que alguna vez fuera el hombre más poderoso y temido de esta comarca caribeña. A él, a sus familiares e incontables amigos y seguidores, les deseamos que pronto pueda estar en su hogar.
REPÚBLICA DE BABIA
Nos enteramos por el muro de Facebook de Javier Chávez Ataxca: una estudiante de 17 años del CBTIS 214 de Chetumal denunció penalmente al profesor Apolinar Gorocica Moreno, recurrente en dichos litigios, por acoso sexual.
En una sociedad funcional y apegada al estado de derecho esa sería apenas una nota, pues tras la denuncia se haría una recta y exhaustiva investigación y sabríamos con mínimo margen para la duda si hay o no culpabilidad.
Hasta hoy, por desgracia, esto no era posible, pues a la intención del infame magistrado Fidel Villanueva Rivero –aplicado demoledor del Poder Judicial de Quintana Roo– que quiere hacerle la carga más liviana al basilisco que junto con su baslisca esposa golpeó salvajemente a un vecino en un conjunto habitacional en Playa del Carmen hasta dejarlo paralizado de por vida, al borde de la muerte, se suma la misoginia ya mencionada de quien será fiscal general del estado hasta mañana, domingo, día último de septiembre. Si fue capaz de humillar a una periodista profesional que trabajaba bajo su dirección frente a sus colegas “rifándola” en un desayuno, ¿qué no cabía esperar?
Una vez más, mantendremos la esperanza en que los relevos puedan cambiar nuestra triste realidad.
GRILLOGRAMA
Adiós, misógino...
Sería cosa buena y sana
Decir a ese vil fiscal
Para bien o para mal
¡Vaya a rifar a su herma…!
columnacafenegro@gmail.com