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Se tambalea tren maya

(COLUMNA EN NOVEDADES Y EXTRA). Los empresarios turisteros ya brincaron como chapulines en comal caliente: rechazan tajantemente la orden del próximo presidente de utilizar el impuesto del no residente para construir y operar el ferrocarril de la Península de Yucatán, de Cancún, Quintana Roo, a Palenque, Chiapas. Es una alucinación populista de campaña que difícilmente se va a realizar.

Un grupo empresarial medio furris, que más pareció patiño de apostador callejero de la bolita escondida, ya lanzó una propuesta para invertir en el inveterado Tren Maya decretado por el presidente electo Andrés Manuel López Obrador. Cada vez se pone más alucinado el proyecto que no es mucho más barato que el vituperado aeropuerto de Texcoco pero ni siquiera representa una fracción de su utilidad y posible rendimiento económico.

De hecho y a primera vista, la operación de dicho medio de transporte turístico de Cancún a Palenque, que pretende pasar por Yucatán y Campeche además de Tulum y Bacalar –con un derrotero por demás absurdo, luego de que el plan original era sobre Quintana Roo, pasando por Chetumal, no podría ser más que subsidiada. Una rueda de ferrocarril pesa casi dos toneladas. ¿De verdad piensan que los pasajes de unos cuantos turistas pudientes pagarían los costes de ese transporte? Ni para el diesel alcanzaría. En Europa los países pagan los costos del servicio de tren entre naciones como concepto de “estado de bienestar”; no porque sea negocio.

Además, ¿en verdad existe quien crea que los turistas –aun pensando en los europeos, los sudamericanos o los asiáticos, que tienen estadías más prolongadas– estarán dispuestos a pasar un par de días de sus vacaciones en Cancún viajando entre monótonos matorrales de selva baja, media y alta en un tren –por lujoso y equipado que sea– para visitar la zona arqueológica de Palenque, por magnífica que sea?

Así lo ven desde Europa, en nota de la BBC de Londres: “Hablamos del Tren Maya, un "tren moderno, turístico y cultural" con el que Andrés Manuel López Obrador, presidente electo de México, busca comunicar los principales centros arqueológicos de la cultura maya en cinco estados del sureste mexicano.

“Y así, detonar el desarrollo económico de los principales destinos turísticos regionales como Cancún, Tulum, Calakmul, Palenque y Chichen Itzá.

“El objetivo es terminar la ruta del Tren Maya a más tardar en 4 años”, según informó López Obrador durante el anuncio del proyecto que costaría entre seis y ocho millones de dólares.

“‘Es una obra muy importante porque se va a comunicar una de las regiones de más importancia cultural en el mundo. No hay en otras partes del mundo una región con tanta riqueza cultural como esta región de florecimiento de la gran cultura maya’, dijo López Obrador”, quien, acaso ya no con tanta enjundia, pero sigue amenazando al Aeropuerto Internacional de México que lleva importantes avances en Texcoco y según todos los expertos es crucial para el desarrollo económico del país y no mucho más caro que el alucinado tren maya. La nota se convierte casi en una broma, dejando claro el absurdo de la idea.Los empresarios de la Canaco-Servytur brincaron fuerte, y aunque López tendrá pleno apoyo parlamentario y goza del bono de su exitosa campaña tampoco parece razonable contradecir a los señores del dinero. Sin ambages, los emprendedores expresaron su rechazo a que el financiamiento del faraónico proyecto salga del impuesto al turista extranjero, que se estableció con fines de promoción de los destinos. ¿Por qué ponen “junto con pegado” los temas del tren maya y el aeropuerto? Pues porque con la aquiescencia de los pejezombiesilustrados –científicos, intelectuales y altos políticos incluidos, como la antes tan respetada Olga María del Carmen Sánchez Cordero Dávila de García Villegas, cuyo prestigio es casi tan largo como su nombre y será secretaria de Gobernación– cuando Andrés López pregunta la hora le responden “la que usted guste, señor presidente”. Pero las cosas no van a ser tan fáciles: José Manuel López Campos, presidente de la Canaco-Servytur, le demandó al próximo “hombre fuerte” del país que la decisión sobre el aeropuerto se deje en manos de expertos y que no dependa de una consulta popular que por naturaleza carecería de fundamentación técnica. Aquí hemos dicho que doña Lupita la de la tienda de la esquina no tiene nada que opinar sobre el asunto, y no es un tema clasista o elitista, sino de sentido común.


HELADA MADRINA

Los influyentes empresarios hoteleros y turísticos dijeron que no es posible despojar al Consejo de Promoción Turística de México de seis mil 400 millones de pesos, cuando en realidad al país, que subió en tiempos recientes al sexto puesto mundial en recepción de turistas, es mayor promoción para una industria probadamente exitosa, que desde luego se beneficia más de una buena conexión aérea que lo que lo haría de un trenecito turístico para pasear a europeos jubilados.

Ahora los yucatecos están demandando que el famoso ferrocarril pase por el puerto de Progreso y por Hunucmá –ahí la única actividad económica es la comercialización de pulpos–, sitios que de turísticos no tienen absolutamente nada.Todo el tema ha sido siempre una locura, pero ha emporado incluso. El cancelado tren transpeninsular de Enrique Peña Nieto, por ser económicamente inviable, tenía un sentido comercial más o menos entendible. Este ni pies ni cabeza tiene.

Una cosa muy distinta sería el proyecto de enlazar por ferrocarril a Cancún –que tiene el aeropuerto con más operaciones internacionales del país y, hasta ahora, la torre de control más alta de Latinoamérica– con el por muchos motivos apetecible destino de Tulum. De hecho, gran cantidad de visitantes de Cancún recorren la Riviera Maya por carretera para conocer la espectacular zona arqueológica maya situada al borde de un acantilado junto al inverosímil mar Caribe.

Ha sido un planteamiento del gobernador Carlos Joaquín González, que en su momento quiso complementarse con el plan peñanietista de construir un ferrocarril de propósito mixto de pasajeros y carga, alternando días y noches, entre el norteño puerto de Progreso –uno de los más importantes de la costa atlántica mexicana, al que llegan incontables buques peroleros, verbigracia– y Punta Venado, cerca de Playa del Carmen, donde se encuentra una enorme empresa exportadora de material pétreo calizo, segunda en la economía quintanarroense tras el turismo: Calica.

Publicó Novedades: “El proyecto Tren Cancún Tulum está en etapa de preinversión y se prevé lanzar convocatoria a más tardar en 2019”. El costo ronda los 40 mil millones de pesos, pero el flujo turístico que ocuparía este medio de transporte ya existe y es intenso, como en pocos corredores del mundo. Hunucmá… ¿en serio?

Tal cual se ha esbozado, con cambios cada veinte minutos, el tren maya no podría atraer a ningún inversionista verdadero y ya se nota una fuerte resistencia del empresariado a que se construya hincándole el diente al erario, desde fondos tan necesarios y que ni siquiera son los adecuados, sobre todo para apuntalar a la industria más sana del país, segunda en generación de divisas: el turismo.


LA DICHA INICUA…

Muy a su estilo, intolerante e irritado, ante los diputados de la XV Legislatura el fiscal general Miguel Ángel Pech Cen una vez más culpó a la prensa de los problemas de seguridad en el estado. Bueno, partiendo de que nadie es perfecto habremos de admitir que hay compañeros periodistas que a veces se dejan llevar por la adrenalina de la nota roja, y también medios que buscan elevar su circulación o visitas a sus páginas de internet por la vía del escándalo, y hasta agentes antigubernamentales que se solazan con la tragedia y la difunden con singular alegría para hacer quedar mal –o peor– a las autoridades, pero es un total despropósito que el perseguidor del delito que representa al Estado siga insistiendo en que los garrafales errores de las instancias de seguridad pública y procuración de justicia se deban al ejercicio del periodismo.

Hemos señalado que si bien la muerte de la niña guatemalteca de 11 años en la colonia Colosio de Playa del Carmen fue una desgracia, el impacto social de decir que fue un asesinado con violación y tortura es por supuesto totalmente distinto. Lo que arrojó el reporte policiaco inicial fue la descripción de un crimen violento, y desde luego la conmoción comunitaria y en las redes sociales fue tremenda. Escribimos que “se trataba de un acto brutal en varios sentidos, incluyendo el grave delito sexual supuestamente subyacente”.

Muy serios problemas tiene in crescendo el fiscal para comunicarse con la sociedad, y no es que el trabajo haya sido tan malo pero la percepción es la peor. A eso no abona desde luego culpar al mensajero –el periodista– de las malas noticias. Lo poco o mucho –no creemos así que digamos que mucho– que ha hecho bien el abogado se pierde en sus paranoicos reclamos a la prensa.

Comentábamos también que la demencial especie de la violación, tortura y asesinato de la niña centroamericana no fue asunto de fake-news de la prensa ni una exageración de las redes sociales –como con frecuencia sucede–, pues salió del reporte policial solidarense, pero la historia fue cambiada radicalmente por la Fiscalía General del Estado: resulta que la pequeña se suicidó porque sus padres no la dejaron salir a la calle.

Espantosa noticia que, aunque los reporteros y medios se hayan cebado en ella para propalar la noticia de mayor impacto de la semana, no obsta para cuestionar la irresponsable actuación de las autoridades que siguen al pie de la letra la cultura de comunicación social de doña Chimoltrufia.

Preguntábamos quién miente o quién está inventando historias de la manera más irresponsable. ¿De verdad es posible confundir el cadáver de una niña que fue violada y torturada con el de una que se quitó la vida ahorcándose? ¿era tanta la descomposición cadavérica a las cuatro horas del deceso?

Con derroche de estilo, el fiscal, un día antes de quejarse de la prensa frente a los diputados, mandó a su subalterna a enfrentar a los medios, y aunque tendemos a creer que la versión final fue la buena Pech Cen le puso una rayita más al tigre mediático: “Guadalupe Reyes Pinzón, titular de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos contra la Mujer y por Razones de Género, indicó que la necropsia arrojó únicamente una lesión por ahorcamiento, aunque el cuerpo fue hallado algo descompuesto, pues sus padres lo encontraron cuatro horas después del hecho. La fiscalía muy probablemente actúa bien, pero se comunica muy mal, sobre todo cuando el que habla es el letrado Pech.

“La funcionaria confirmó que la familia proviene de Guatemala, además que, el testimonio del hermano, un menor de nueve años, (sic) fue determinante para saber cómo ocurrieron los hechos”.

Hay mucho que hacer por capacitar a los elementos de seguridad pública, en este caso de Solidaridad, y por educar en habilidades mediáticas a los funcionarios públicos, así sean de órganos autónomos, lo que sabemos que en este país es asunto de mera nomenclatura. Lo que sí, el increíblemente insensible fiscal Pech, a despecho de sus notables credenciales como abogado o académico, se lleva todas las palmas.


GRILLOGRAMA

Los suyo, lo suyo, no es informar...


Decírselo, me permito

Al eminente abogado

Que sin dudarlo, callado

Se ve mucho más bonito

columnacafenegro@gmail.com







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