PRI: a la voz de su amo
(COLUMNA EN NOVEDADES. CLIC EN IMAGEN). Mientras todas las tintas se derraman por saber si la empresa poblana encargada de la provisión de uniformes gratuitos para los escolares quintanarroenses existe o no, o no es más que un letrero en una casa de interés social de la Angelópolis, al tiempo que un columnista medio fantasma nos espeta con oficio gubernamental que en realidad se trata de un emporio textil empresarial conglomerado --hueva--, a la madre de todas las batallas --siempre decimos así, pero esta sí es cruciual para nuetro estado y su futuro visible-- ya nadie le está prestando atención: ¿Qué pasará en Quintana Roo el día primero de julio de 2018?
Bien lo dijo Manlio Fabio Beltrones, el más relevante de los priistas: al Tricolor lo han descartado en cada una de las elecciones, pero ha ganado prácticamente todas. La vigésima segunda convención del Partido Revolucionario Institucional apunta armas que al momento todo mundo consideraba como artilugios de pólvora mojada, y pueden sin duda tener impacto en los futuros nacional, locales y hasta individuales.
El tema de la supresión del candado para que el no militante --aunque papi dijo que sí, tiene cepa priista-- José Antonio Meade Kuribeña pueda ser candidato netamente peñanietista, demostró que el Tricolor sigue siendo un partido muy disciplinado y cohesionado, capaz de ganar palmo a palmo las votaciones… a la voz de su amo. Aquí con la ira antiborgista perdió, pero sus estructuras siguen muy atentas y pendientes de láminas acartonadas para cubrir las casas de las lluvias, las tortas y los gansitos a la hora de que haga falta apersonarse… y votar.
Raymundo King, en honor a su apellido, es un monarca huevón, que espera que todos los bonos le caigan del cielo y no mueve un dedo por la gente, pero viéndolo bien es un priista cásico: a la voz de ya --voz de su amo-- mueve a sus muy bien maizadas estructuras territoriales y levanta a muertos bien putrefactos para ocupar puestos de elección popular. Con todo respeto sea dicho, pero Raymundo es un auténtico animal priista.
De ahí nos vamos hacia toda la estirpe: el gobierno joaquinista --supuestamente (sólo supuestamente) enemigo de la antigua clase política-- tiene entidades bastante macabras operando en toda la territorialidad. Miguel Ramón Martín Azueta, con todo y las causas por greves delitos sexuales y abusos de poder público y empresarial en su contra, sigue operando en la tenebrosidad de las oficinas secretas. Ni un cerco de discreción portan los joaquinistas gachos enquistados en la administración pública. Son feos y maleducaodos, a la vieja usanza.
No señores: el PRI no va a doblar las manitas. En Quintana Roo calculan los políticos antiguos que no habrá organización social capaz de coronar los esfuerzos de Carlos Joaquín por recomponer al estado, y le tiran a jalarlo a una alianza adversa a Andrés Manuel López Obrador, con el PRI --su ex partido-- a la cabeza.
“Enrique Ochoa Reza, presidente nacional del PRI, --refiere Apro-- afirmó que el rival a vencer en la elección del próximo año es Andrés Manuel López Obrador.
“Ya derrotamos puntualmente en el estado de México a la amenaza del populismo autoritario y demostraremos en el 2018, a lado de la ciudadanía, brazo con brazo, que vamos a defender a México de ese populismo autoritario que tanto daño le ha hecho a Venezuela y que México no merece, México merece mejor destino y así lo vamos a lograr”, señaló.
El PRI del Estado de México y de Coahuila --ciertamente bastiones que no pueden tomarse como representativos del país-- mostró que el desprestigio partidario --y sobre todo el repudio en redes sociales-- puede ser revertido en votaciones reales, con seccionales y sectores leales que siguen amamantádose en la gran ubre. No va a importar el color de las tarjetas ni si los líderes acarreadores pudieran acabar siendo tipificados como delincuentes electorales o simplemente como pillos comunes: la votación estará ahí y, a fin de cuentas, ese prurito democrático que las fuerzas políticas mexicanas convirtieron en leyes, acabará probablemente obrando a favor de la bestia peluda.
No se descarta que el PRI pueda ganar.