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TLCAN y Quintana Roo


(COLUMNA EN NOVEDADES. CLIC EN IMAGEN). El acercamiento de posiciones entre México y Estados Unidos sobre el tema del Tratado de Libre Comercio de América del Norte es una simulación más, muy propia del estilo de negociar de Donald Trump, el presidente estadounidense, pero desde luego es muy importante para el país y sin duda para Quintana Roo. Tenemos negocios importantes con el vecino del norte. Tampoco parece ya, luego de los sobresaltos por los exabruptos del mandatario gringo, algo tan importante: tal vez si se mete a consideración de los gobiernos mexicano y canadiense el acuerdo comercial más importante del la historia por su volumen de negocios que representa por parte de Estados Unidos, pero las últimas señales indican que no sería para su extinción. Quintana Roo del tema sólo debe estar preocupado por las señales, pero en realidad ni siquiera tenemos comercio con Estados Unidos. Sólo hay consumo unilateral de nuestros clientes turistas, ya que nuestros socios comerciales son igualitariamente estadounidenses, mexicanos y europeos. No nos pega salvo en el ánimo de los viajeros, que al son de The Star-Sprangled Banner a veces se ponen muy chovinistas. Al TLCAN tal vez pudiéramos pasárnoslo por el Arco del Triunfo.

La preocupación, sin embargo, pudiera estar más en los niveles de inseguridad que ya les dan muy mala cara sobre todo a Cancún y Playa del Carmen. Las cantidades son mínimas para un país tan violento como México, cierto, pero los gobiernos de esos países que nos mandan clientes para el turismo --y ya no sólo Norteamérica, con los abusos comercialmente orientados del Departamento de Estado gringo y en particular del estado de Texas-- ya están empezando a advertir a sus ciudadanos de los riesgos de visitarnos. Inglaterra ya lo hizo de manera muy expresa, por ahora omitiendo a Quintana Roo, pero nos estamos acercando peligrosamente al umbral de la mala fama.

Diario tenemos una nota de ejecuciones por parte de los delincuentes organizados. No hemos podido frenar esa escalada, y desde enero Quintana Roo es un estado asiduo visitante de la nota roja mundial.

Dramática la nota en este periódico: Otra balacera en Playa del Carmen nos estremece, a un día, otro y otro más --así ad infinitum-- de que se reportan incidentes con saldo rojo en Cancún. Chetumal no canta mal las rancheras: tal vez con más incidencia de actos delictivos del fuero común, pero los que aquí habitamos ya empezamos a sentir ese miedo que agobia a Ciudad Juárez, Morelia, Chilpancingo y la Ciudad de México. Ya estamos en el riel de la zozobra.

Las tarugadas de Donald Trump pueden ser superadas, nuestras relaciones internacionales en temas turísticos, de atracción de frecuencias aéreas y oferta hotelera están más fuertes que nunca, pero nada podrá ayudarnos si acabamos por ser percibidos en el mundo como comunidades inseguras y violentas.

A quien tenga que hacerlo, le exigimos que ya ponga remedio.


HELADA MADRINA

Ya veremos qué dicen, pero nos parece que los diputados de todas la fracciones parlamentarias de la XV Legislatura sí están de acuerdo en una cosa: la Gran Comisión debe desaparecer para dar paso a una Junta de Coordinación Política. Ya en la famosa agenda el presidente del organismo legislativo condenado a muerte había incluido el tema de consenso entre los legisladores. Lo presenta ahora la priista Leslie Hendricks Rubio.

Con la reforma, ya no habría súper-poderes al interior del Legislativo, pues el gobierno camaral recaería en presidencias rotativas de los partidos representados. En esta época de debilitamiento por desprestigio de los partidos una iniciativa así es fundamental para los institutos políticos que, con Sartori, diríamos que son consustanciales a la democracia. Parte de lo que planteó Leslie Hendricks:

“Con el objetivo de modernizar al Congreso de Quintana Roo y transitar de la Gran Comisión hacia la Junta de Coordinación Política como órgano de gobierno, la diputada Leslie Hendricks Rubio, presentó una iniciativa de reformas a la Ley Orgánica del Poder Legislativo del Estado de Quintana Roo.

“Leslie Hendricks, consideró que la modernización del Poder Legislativo debe iniciar desde la figura que actualmente tiene mayor peso y facultades en la toma de decisiones es decir, la Gran Comisión.

“‘Quintana Roo tiene una deuda con la democracia, somos integrantes de una minoría en México que aún mantienen órganos como la Gran Comisión, crear la figura de la Junta de Coordinación Política es una cuestión de congruencia”´, expresó Leslie Hendricks.

La iniciativa fue entregada en Oficialía de Partes, y de acuerdo con el proceso legislativo, la Mesa Directiva en funciones, será quien determine cuándo se le dará lectura en el Pleno Legislativo, para su análisis en el seno de las comisiones correspondientes.

¡Bueno! De vez en cuando parece que sí chambean.

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