¡Fuera, López Mena!
- Óscar González
- 20 ene 2017
- 3 Min. de lectura

Incalificable fue la expresión vertida ayer en entrevista de radio con Jorge Domínguez de Informativo Turquesa que se transmite por Radio Turquesa, tildando a los campesinos pobres del municipio de Bacalar de borrachos, porque tiran el dinero en las cantinas.
Torpe, insensible, fascistoide y grosera, insultante para todo Quintana Roo y zaheridoras para quienes padecen la angustia cotidiana de no saber qué llevar de comer para sus familias fue la estupidez del dandi panista que debiera conducir con prudencia conciliatoria, incluyente y hasta reconfortante la política interna del gobierno de Carlos Joaquín González. Un guarro, pues, resultó el finolis que seguramente no criticaría a los desesperados ejidatarios si se embriagaran con champaña en el Puerto Madero o en el Harris de la zona hotelera de Cancún.
¡Qué daño le está haciendo a Carlos Joaquín este tarado funcional! Entrevista tras entrevista ametralla implacable estupideces y pone en entredicho no sólo a su jefe, sino a todo Quintana Roo. Ahora sí: Panchito se merece todos los insultos de quienes sabemos de la grave zozobra en la que viven los más pobres de Quintana Roo, los excluidos de la bonanza turística que tanto presume el estado.
Lo peor es que este patán “entacuchado” no necesitaba insultar a los campesinos pobres para sostener la postura del gobierno y de la Secretaría de Desarrollo Social e Indígena que encabeza Julián Ricalde Magaña, quien con congruencia se mantuvo firme en la negativa de pagar lo que a la administración estatal no le corresponde, pues no sólo la seguradora agropecuaria que tiene que ver con los reclamos de los ejidatarios es federal, sino que los interesados no hicieron os trámites necesarios para ser sujetos de pago por parte de ésta.
La verdad es que los demandantes están mal. No les deberían dar nada por bloquear una carretera si no se les debe nada, y menos el gobierno estatal. Que los apoyen y nos daría mucho gusto; sería de elemental justicia, pero no se puede aplaudir que se den las cosas así, como ya había cedido el gobierno en medio de esa torre de Babel que es el gabinete, donde se decidió darles mil pesos de los dos mil quinientos que demandan. Se hicieron bolas, se echaron para atrás, al jefe del Despacho del Gobernador Miguel Ramón Martín Azueta en el fragor de el encaramiento con los labriegos lo trataron como dado de casino pero no habían dejado de tener la razón.
Pero la bocaza no pudo mantenerse cerrada. El yucateco arrimado a la casta divina tenía que soltar sus inquinas clasistas y discriminatorias para agravar aún más un conflicto del cual el gobierno joaquinista no tenía culpa alguna.
¡Cómo vamos a admitir que la política interna de Quintana Roo siga siendo manejada por un neonazi que demuestra tanto desprecio hacia la clase campesina y trabajadora! No, ojalá fuera un infundio. Tenemos el audio de la entrevista donde ya sin mediar pregunta del periodista, de su ronco y aristocrático pecho López Mena arremete contra los ejidatarios de Bacalar con estas palabras textuales: “Efectivamente, ¿no?, y además también sabemos que muchas veces estos dineros, ah, tienen destinos en cantinas y en conceptos que para nadien (sic) más que pa’ (sic) los dueños de estos establecimientos benefician”.
Decirle bruto a este pirrurris que se atrevió sin empacho a insultar a nuestros campesinos empobrecidos es quedar muy cortos. En cualquier gobierno un error de esta magnitud significaría el cese inmediato, y no es menos lo que todos debemos exigir, a la voz de ¡ayer!
GRILLOGRAMA
¡Largo!..
A ese dandi bruto dejo
Al exigir su renuncia
La declaración que anuncia:
¡De veras que eres pen…!