PRD traiciona a Carlos Joaquín
La Conferencia Nacional de Gobernadores nació en Quintana Roo como un club de mandatarios priistas con reminiscencias de aquel legendario sindicato de gobernadores que integraron el yucateco Víctor Cervera Pacheco, el tabasqueño Roberto Madrazo Pintado, el campechano José Antonio González Curi y el quintanarroense Mario Villanueva Madrid, y tuvo como primer presidente a Joaquín Hendricks Díaz.
La primera Conago era necesariamente sectaria frente al centro panista, algo así como un mecanismo de defensa --como el de aquellos poderosos gobernadores frente a Ernesto Zedillo Ponce de León.
Más tarde se incorporarían los gobernadores de todos los partidos para la defensa de las agendas regionales y locales, sobre todo en lo referente al presupuesto nacional, pero el mecanismo se ha venido contaminando cada vez más por intereses partidistas, de grupos y hasta personales.
No existe mandatario más adecuado para ocupar la cartera de turismo de la Conago que Carlos Joaquín González, pues aparte del hecho de gobernar al estado por mucho turísticamente más importante del país luce en su currículum puestos de gobierno altamente especializados en la materia. Fue presidente municipal de Solidaridad, el municipio estrella del esa industria en México; se desempeñó como presidente de la comisión respectiva en la cámara de diputados, titular de la oficina estatal del ramo y subsecretario en la Sectur con Enrique Peña Nieto.
Se nota claramente una falta de apoyo de los partidos que lo postularon a la gubernatura --casi inexistentes en Quintana Roo, al grado de que sin él jamás habrían alcanzado el poder-- a través de la coalición PAN-PRD.
No se puede entender que un político que llevó a la oposición a ganar contundentemente la gubernatura en un estado que nunca había sido gobernado por un partido distinto al PRI no reciba tratamiento de estrella, pero a Joaquín derechistas e izquierdistas lo dejaron solo, al grado de que tuvo que plantarse en una rueda de prensa con los gobernadores perredistas de Tabasco, Arturo Núñez Jiménez; Michoacán, Silvano Aureoles Conejo, y Morelos, Graco Ramírez Garrido Abreu, para demandar piso parejo en las asignaciones presupuestales a sus entidades federativas, gesto muy costoso en críticas tanto a nivel nacional como en Quintana Roo, pues en el centro se habló de aspiraciones presidenciales peregrinas y en el estado de dispendio, justo cuando el gobierno enarbola la bandera de la austeridad.
Furibundos, la líder nacional perredista Alejandra Barrales Magdaleno y el líder de la bancada solaztequista en el senado Miguel Barbosa Huerta arremetieron contra sus gobernadores, dejándolos en el desamparo.
¡Con esos amigos!